Entrevista Nery Alberto Pumpido 1989
El 4 de junio de 1989 se jugó en Sarriá un dramático Español-Betis. A falta de 4 jornadas para el final de la Liga el Betis era antepenúltimo empatado a puntos con el Murcia, mientras que el Español estaba cuatro puntos por encima. Ambos conjuntos dependían de sí mismos para escapar del descenso, aunque tenían difícil evitar la promoción.
El día anterior al partido, que concluyó con empate a 0, en el periodico barcelonés Mundo Deportivo se publicó esta entrevista con el portero bético Nery Alberto Pumpido. El Betis se encontraba concentrado en la localidad de Castelldefels desde el jueves 1 de junio, a la espera de tan trascendental choque.
Hace apenas dos años alzó el trofeo más preciado para un futbolista. El escenario, el Estadio Azteca de México, repleto de enfervorizados seguidores argentinos que tocaron el cielo con las manos con el segundo título mundial conseguido por su selección, la albiceleste. Un combinado que bajo los palos contaba con Nery Alberto Pumpido. El hoy guardameta del Real Betis ha pasado en estos veinticuatro meses escasos de la gloria a estar en las puertas del infierno que significaría el descenso a Segunda.
- La verdad es que jamás podía pensar que llegaría a encontrarme en una situación así. Pero esto son cosas del fútbol que todo jugador debe saber aceptar y encajar
- Pero para un hombre que ha sido campeón del mundo siempre será más difícil, suponemos
- Aquí juega un papel importantísimo la experiencia de cada cual. Porque de lo contrario, efectivamente es mucho más difícil asimilar que un día puedes estar arriba y al siguiente abajo. De todas formas, confío que las cosas se enderezarán y que al final el Betis seguirá ahí, en Primera.
- ¿Con Pumpido o sin él?
- Si de mí depende, yo no cambio de aires. En Sevilla se me ha recibido fenomenalmente y me encuentro allí prácticamente como en mi casa. Creo que de cara a la próxima temporada son muchas las cosas que hay que modificar en el club, para no caer en el pozo en que nos hemos metido este año. Pero si los acontecimientos siguen el curso de las últimas semanas, la siguiente puede ser una buena campaña para el Betis.
- ¿Incluye en estas cosas a cambiar los problemas en que se vio involucrado Pumpido cuando incluso fue relegado al banquillo?
- Aquello ya quedó superado. No, en ningún momento perdí la confianza en mí mismo, ni siquiera cuando me vi apartado de la titularidad. ¿Por qué? Pues entre otras cosas porque sabía que el técnico estaba obsesionado por otros temas, al margen del puramente deportivo, en el que no estaba centrado todo lo que debiera. Pero todos estos hechos han quedado atrás y no creo que sea este momento el más adecuado para analizarlos.
- Pues hablemos de un plano más general. ¿Qué le pasa a este Betis cargado de jugadores de renombre y que está luchando por evitar el descenso?
- La verdad es que cuajamos una mala campaña y ahora nos vemos en el trance de tener que subsanar todos los errores cometidos en estas últimas cuatro jornadas. Pero tampoco creo que ahora sea el momento oportuno para meternos en análisis profundos y pormenorizados de lo que ha sucedido durante estos meses. Después, cuando todo esto haya finalizado, llegará el momento en que cada cual deberá “interiorizarse” y hacer un balance de la temporada. Y que nadie nos dé por muertos, porque eludir la promoción aún es posible.
- Lo malo para ustedes es que el Español tampoco anda sobrado…
- Desde luego. Los blanquiazules nos pondrán las cosas tremendamente difíciles, conscientes de que una victoria les alejaría definitivamente del descenso automático. Pero nosotros estamos muy mentalizados de lo que nos jugamos y el domingo intentaremos sacar los dos primeros puntos de esos ocho que precisamos para salvar la categoría.
- ¿Dónde puede estar la llave maestra que abra el camino del triunfo?
- Soy de los convencidos de que la confianza hace milagros. Y si el domingo tenemos esa fe en nuestras propias fuerzas que nos ha faltado a lo largo de toda la temporada, podemos tener mucha “chance” de cara al resultado final.
- En Sarriá hay quien dice que este domingo los que tienen que estar nerviosos son los béticos
- Pues que se olviden de esto porque los dos estamos igual. Que no pierdan de vista que si ganamos, su situación será delicada y que entonces serán ellos los que se encontrarán amenazados por los nervios. Será una lucha tremenda, con los nervios como acompañantes.
Cuando hace apenas dos años levantó los brazos hacia el cielo mexicano con la Copa del Mundo en sus manos, no podía ni tan siquiera imaginar que veinticuatro meses después estaría viviendo sus horas más angustiosas como futbolista. Pero el domingo daría todo lo que fuera por levantar esos mismos brazos hacia el cielo de Sarriá para celebrar una victoria que podría alejar el infierno de un descenso en el que, de momento, nadie cree en el Betis.
Fuente: Jaume Miserachs en El Mundo Deportivo 3 de junio de 1989