Entrevista Paquirri 1967

Francisco González «Paquirri» fue uno de los jugadores más importantes del Betis de los años 30. Llegó al Betis procedente del Sparta, un equipo de la Alameda por el que pasaron muchos futbolistas de Sevilla y Betis en sus inicios, y se integró en el segundo equipo bético, debutando con 19 años en la Copa Andalucía, un torneo disputado en el mes de Julio de 1933. Irá compaginando actuaciones en el primer y el segundo equipo verdiblanco en las dos temporada siguientes ( 1933-34 y 1934-35), hasta que en la temporada 1935-36 se integra ya definitivamente en la primera plantilla.
Su juego causa sensación en la opinión futbolística nacional (https://www.manquepierda.com/historiarealbetis/una-semblanza-de-paquirriel-nuevo-fenomeno-andaluz/), hasta el punto de que el Betis, agobiado por su déficit económico, al final de esa temporada no duda en desprenderse de Victorio Unamuno, confiando en Paquirri como delantero centro del equipo para las siguientes temporadas.
Cuando se reinicia el fútbol en 1939 Paquirri será la máxima estrella del conjunto bético, obteniendo en las 3 temporadas siguientes 59 goles entre Liga y Copa. En el verano de 1942 es traspasado al Deportivo de La Coruña, donde permanecerá 4 temporadas. Posteriormente jugaría 3 en el Cádiz y finalmente volvería al Betis para la temporada 1949-50 en Tercera División.
Es, por lo tanto, uno de los 6 futbolistas que con el Betis han jugado en Primera, Segunda y Tercera División. Se retiraría del fútbol la temporada siguiente en el Olhanense portugués.
Sin lugar a dudas uno de los grandes en la historia del Real Betis Balompié.
En 1967 AS le realizó esta entrevista en su domicilio familiar, rodeado de los suyos. Un domicilio modesto pero honrado. Como Paquirri.
Paquirri: un delantero centro de leyenda
Quizá no acierte, y lo sentiría, a describir exactamente cómo es y cómo vive aquel famoso e inolvidable jugador que fue Paquirri, delantero centro, y de los que han dejado huella, del Betis y del Coruña.
– ¿Habrá usted cogido el ascensor? , exclamó al verme entrar en su casa…
Y en su casa de Sevilla, de la calle Ciego 9, no hay ascensor. Francisco González Rodríguez “Paquirri” vive en un cuarto piso. En la terraza. Mejor dicho, en la buhardilla… Es una casa modestísima… pero limpia como los choros del oro. Pequeña y estrecha…, pero íntima y alegre. El televisor está encima de la nevera: un lío hermoso de vivir…
Paquirri cuenta cincuenta y cuatro años de edad. Es un hombre gallardo, de buena talla. Se conserva bien de figura. Le falla el pelo, está casi calvo y plagado de canas. Tiene cara de bueno, de hombre abierto…
– Me retiré en el año 1950. Entonces me dio un homenaje el Betis. Sacaron veintiséis mil pesetas. Compré cuatro cosas y el resto se lo día a mi señora… Siempre le he dado “tó er parné” a Dolores… Y ella jamás me dio dolores (me guiña un ojo)… A mí si me duele algo son los callos…
Estaba toda la familia reunida en torno al abuelo Paquirri. Sí, abuelo. Paquirri ya tiene un nietecito… Iba a llegar un periodista de Madrid a ver al abuelo.
– Tengo seis hijos. Ninguno es jugador de fútbol. Paquirri y Juan Antonio son los mayores. Jugaron en los juveniles, pero no le daban bien. Ahora confío en Zuco (Jesús). Dicen que sabe jugar… Yo no lo he visto. Ni lo quiero ver…
Paquirri es muy nervioso, habla deprisa, atropelladamente. No piensa las contestaciones… Se va del andaluz al caló con facilidad. Es, en verdad, un hombre admirable…
– Si volviera a nacer volvería a ser jugador de fútbol. Pero sólo por el fútbol, no crea que por hacerme millonario. Nadie me enseñó a jugar al fútbol. Yo de chaval era pintor…, ayudante de pintor. Iba a hacer recados y, a la vez, daba patadas a una pelota… Jamás soñé con ser famoso. Ni creo que lo sea… Bueno, sí; cuando usted viene de tan lejos a verme es porque he sido algo en el fútbol.
Se retuerce las manos. Las esconde entre sus largas piernas…
– Sin embargo, a pesar de que soy de temperamento nervioso, jamás lo demostré en el campo. A los cinco minutos de salir ya estaba más tranquilo que una cataplasma. Recuerdo el mejor gol de mi vida: se lo hice a Guillermo Eizaguirre el día de mi debut con el Betis, frente al Sevilla… Los defensas eran Euskalduna y Deva, dos gigantones. Yo entonces pesaba sesenta y cinco kilos. Me empujaban y me mandaban al techo. Disputé la primera pelota de cabeza y me la llevé. Luego me echaron un pase raso y los rebasé… Entonces pensé: esta gente son pan comío… Luego llegó el gol: elevé el balón por encima de Guillermo… y ¡olé! Eso gritaron los espectadores … Mis compañeros me dieron una paliza al abrazarme. Yo, ni me inmuté. Era así de tranquilo.
Coge al nieto en brazos…
– Estuve cuatro años en el Coruña. Recuerdo que cuando me traspasaron me casé. Era el año 1942… Tenía veintinueve años… Aquello me hizo sufrir mucho. El Betis me traspasó porque no había parné. El club cobró noventa mil pesetas, yo veintitrés mil quinientas…Gané más dinero que con el Betis, eso sí es verdad. Con el Coruña tenía un contrato de quince mil pesetas anuales. La mejor prima que cobré fue de dos mil pelas. Me las dio el Coruña en un encuentro de promoción al ganar al Constancia. ¿ Que qué hecho con el dinero?…Vivir…Ahora mismo tengo tres pesetas en el bolsillo… ¿Las necesita usted?
Quizá el defectillo de Paquirri es que siempre fue muy espléndido. Demasiado. El mismo lo reconoce.
– Ahora trabajo en una fábrica. Llevo cosas de aquí para allá. Gano poco, la verdad… Pero me quema el dinero en el bolsillo. No puedo ver una pena a mi alrededor. Por eso me meto en casa, así no gasto. Además, créamelo, ahora soy feliz. Más que con el fútbol… Tengo a mis hijos criados y sanos, tengo un nieto… ¿Mis diversiones preferidas? Ver la televisión. Me gustan los programas por fiestas… También voy al fútbol. Al campo del Betis sobre todo. De vez en cuando caigo por el del Sevilla, pero menos… Yo respeto, conste, todas las opiniones
La conversación se ha hecho amena. Yo “pucho” un poco el “caló” para dar ambiente. Paquirri se confiesa plenamente…
– Poseo la Medalla al Mérito Deportivo. Es de oro, claro. Mi mujer la ha desempeñado hoy… ¡No me mires así, Dolores¡ ¡Es la verdad¡ Además ¿qué? No es ninguna deshonra. Mire usted, le voy a pedir un favor: yo recuerdo que en AS salí una vez en la portada. Era un partido contra el Hércules. Yo estaba liao con seis contrarios ¡Si encontrara esa foto¡ … Porque yo no tengo ni un retrato de mi época. Me los mangaron todos en una taberna que puse en la calle Hombre de Piedra. Se apagaba una luz y cuando se encendía faltaba una fotografía… En doce años que curré allí desaparecieron todas las fotos…
Me ofrece una botella de cerveza. No se la desprecio.
– Me expulsaron dos veces de los campos de fútbol. No me lo recuerde… Se empeñaron los árbitros. Metí un gol a Zamora la única vez que jugué contra él, en un partido amistoso en Madrid. Recuerdo que un medio del Sevilla, Félix, me traía frito cada vez que jugaba contra él… ¿Qué si me han dado patadas a mí?…¡Hasta en la lengua!… Me han roto tres veces la clavícula; otra vez, en Cádiz, me fracturaron dos costillas; Bustos me fastidió un tobillo y estuve casi un año sin jugar. Y distensiones tuve a montones… Pero nunca tuve miedo ¿Y sabe por qué? Porque me gustaba mucho el fútbol. Ahora, como espectador, no me divierte tanto.
Todos se ríen de las ocurrencias del abuelo Paquirri. Hay armonía en la familia.
– Pienso que ahora nadie juega con el estilo mío. O parecido… De los jugadores modernos el mejor fue Di Stéfano. Valió por seis Paquirris… Me gusta el cante. Mucho. Por fandangos quien más me gusta es Antonio Sevillano. ¡Los toros¡ ¡ Qué grande es Paco Camino¡ ¡Sensacional ¡ ¿Mi vida? ¿Mis apetencias?… Me gusta el vino, ¿y a quién no le gusta? … Me gusta el blanco, el tinto y el azul celeste… Lo que me molesta es que cuando voy a tomar una copita todos me pidan opinión sobre el partido del domingo pasado ¡ Y eso no¡… Yo voy a pasar el rato…
Brindemos, pues, por Paquirri. No le preguntamos más…Tomamos la copita en honor de este gran jugador que fue y del hombre “honrao” , aunque pobre, que tiene más valor, que es.
