Entrevista Ramón Pol 1954.

Ramón Pol Carbonell fue un destacado bético durante toda su existencia. De acendrada raigambre balompédica, su padre fue presidente del club en las temporadas 1924-25 y 1925-26, él mismo desempeñó varios cargos directivos a lo largo de los años. Así desde 1926 estuvo con las directivas presididas por Juan del Castillo y Ramón Cortecero como contador, en 1931 con José Ignacio Mantecón como vocal, y finalmente accedió al cargo de presidente en marzo de 1941.
Su presidencia fue un éxito al conseguirse el retorno a la Primera División, y vino también marcada por el hecho de la recuperación del título de «Real» en la denominación del club.
Esta entrevista que hoy traemos es ya de un periodo posterior, concretamente de abril de 1954, realizada en Heliópolis en el intermedio de un Betis-Utrera correspondiente a la jornada 27 del Campeonato de Liga de Tercera División. En el descanso el resultado era el inicial, aunque en la segunda parte los goles de Peñafuerte y Barinaga dieron el triunfo a los verdiblancos, que estaban ya a pocas jornadas de conseguir el ansiado ascenso a la Segunda División.
El periodista que hace la entrevista es Nicolás Salas, que por entonces daba sus primeros pasos periodísticos en el diario Sevilla. Una interesante conversación, en la que Ramón Pol repasa diversos aspectos de su vida en verdiblanco.
Llegó el descanso. Y con el descanso nuestra hora de trabajo. Y recién señalado el final de los primeros cuarenta y cinco minutos, nos dirigimos al palco de nuestro interviuvado, que en esta ocasión es un deportista bien conocido por todos: Ramón Pol Carbonell.
Primeramente hablamos del encuentro:
- ¿Qué le ha parecido esta primera parte?
- A estas alturas debería el Betis haber hecho un buen partido; sin embargo, quizá haya sido el peor de la temporada. Ha salido confiado, frente a un Utrera bullicioso y esto ha originado momentos de verdadera incertidumbre, que es de esperar no se repitan en el segundo tiempo
- ¿Confía en ello?
- Sí. Es de esperar que el Betis resuelva este partido favorablemente, aunque desde luego será por poco tanteo. Además, este encuentro de hoy servirá a los muchachos béticos de aviso, y en lo sucesivo deben tener muy en cuenta que no existe enemigo pequeño
- Hablemos del árbitro. ¿Buena o mala su actuación?
- Intento ser imparcial y fue deficiente. No se impuso con autoridad en los primeros momentos de juego duro, y con esto siempre se perjudica al equipo de más clase
- Cambiemos de tema. Usted fue presidente del Real Betis Balompié la última vez que ascendió a la Primera División, ¿no es así?
- Fue aquella una campaña que todos recordamos con nostalgia…Luego, ¡malos tiempos para el Betis¡… Lo cierto es que pasaron los años, se sucedieron varias Directivas, ya gastadas, y cuyo sacrificio no rindió fruto, y nuestro equipo fue descendiendo gradualmente hasta llegar a la Tercera División, donde nunca debió figurar
- ¿Qué opina de la actual campaña bética?
- ¡Magnífica¡ Lo más difícil se ha conseguido ya, y creo que casi nos podemos considerar en la Segunda División
- Bien, ¿y a qué atribuye usted este éxito, después de tantos años de espera?
- Es el fruto de una labor conjunta de directivos, entrenador, jugadores y béticos en general. Conozco por amarga experiencia que pocas, muy pocas, son las veces que un Club enaltece la labor de su Junta Directiva. En el caso concreto del actual presidente del Real Betis Balompié, estimo que su constancia, su interés por las cosas del Club, unido a una excelente administración, han sido la base fundamental del actual momento del equipo. Y aunque he seguido un poco lejos la labor de la actual Directiva, estimo que ya es hora de que la afición le haga partícipe de su merecida confianza
- ¿Cómo enjuicia la labor de Gómez como preparador?
- Hoy, al pasar los años, me tengo que felicitar yo mismo de haber reintegrado hace trece años a Gómez a este Club, al que tanto amó como profesional. Gómez, a mi requerimiento, vino a gastar en Sevilla sus últimos años de jugador… Y ahora lleva con gran acierto la parte técnica, porque tiene magníficas cualidades: carácter, inteligencia, constancia y afición; y sobre todo esto, una cualidad aún mejor: su cariño entrañable a los colores blanquiverdes
- Ya virtualmente conseguido el anhelado ascenso, ¿cuáles son sus opiniones sobre el futuro del Betis?
- A sus directivos les esperan momentos difíciles. No basta conseguir el ascenso, hace falta mantener esas ilusiones de la afición bética de llevar al equipo a la altura que por su historial merece
- Cuenta para ello también con una gran masa de seguidores
- Sí, pero eso no es todo; hace falta dinero, mucho dinero
- Hablemos de otra cosa. Por ejemplo, ¿desde cuándo es usted bético?
- Desde pequeño; figuro con el número 9 de socios del Club
- ¿Cuáles fueron sus participaciones en la Sociedad?
- Fui en 1924 jugador amateur, pasando por diferentes cargos en distintas Juntas Directivas, hasta ser presidente en el año 1941. Era herencia familiar, por cuanto mi padre también había sido presidente del Betis en 1926
- ¿Sostiene usted esa opinión de haber sido el hombre más afortunado durante sus actuaciones en el Club?
- Eso es un error grande; simplemente coinciden con momentos de triunfo para el Club
- Cítelos
- Cuando se obligó a un Sevilla a desempatar en Córdoba y el Betis fue campeón de Andalucía; cuando en una semifinal de la Copa de España se venció al Barcelona, obligándolo también a un desempate en Madrid, donde un árbitro nos escamoteó el triunfo; cuando se ascendió a Primera División en las temporadas 1931-32 y 1941-42. Pero todo esto, repito, nada tiene que ver ni con el factor suerte ni con nada personal; en aquellos casos todo se debió a que un grupo de hombres—directivos, jugadores y seguidores del Club—cumplieron con el cometido que se habían trazado, lo que, unido a la voluntad y al entusiasmo de todos, hizo posible el triunfo.