Entrevista Rogelio Sosa 1977
La temporada 1977-78 fue la última en activo de Rogelio Sosa como jugador del Real Betis Balompié. Una temporada en la que jugó muy poco y en la que, aún siendo futbolista profesional de la primera plantilla bética, comenzó a desempeñar otras misiones paralelas como fue el espionaje de otros equipos rivales del conjunto bético.
En una época en la que esta misión no estaba claramente definida fue Rogelio Sosa el que se encargó de viajar a Italia para ver al Milan en su desplazamiento a Florencia el domingo 11 de septiembre, sólo 3 días antes de recibir al equipo rossonero en el Villamarín. Ya en agosto el entrenador bético Rafael Iriondo había visto al Milan cuando participó en el Trofeo Villa de Madrid. Y de cara al partido de vuelta de nuevo Rogelio se desplazará a Italia para volver a ver al Milan, en esta otra ocasión contra el Génova en la ciudad milanesa.
La entrevista corre a cuenta del periodista Manuel Ramírez Fernández de Córdoba, quien se iniciaba por estas fechas en el diario Suroeste. Se realiza en el mismo terreno de juego del Villamarín, y en ella también interviene el entrenador bético Rafael Iriondo. Se publicó el mismo día en que Betis y Milan se iban a enfrentar.
Aunque todavía esté el de Coria, como el maestro Ordóñez, para muchos festivales goyescos; aunque todavía esté el de la zurda, como el maestro Ordóñez, para salir a dar naturales en el área; aunque todavía esté el capitán de los verdes, como el rondeño, para enseñar desde abajo… el Estado Mayor verdiblanco le ha apuntado, le está apuntando, nuevas funciones. Y si el fútbol que se hace con los pies se lo lleva el viento de los calendarios, el que se cuece en la cabeza se le queda para siempre. Y si las piernas, aunque sean de caoba, terminan por agotarse, el talento, de quien nació para el arte, no se le puede agotar nunca. Y así—que ya la noche copera de los periquitos bien lo puso de manifiesto—Rogelio Sosa, pasito a pasito, está dejando la yerba y está empezando a ver—lo suyo, el fútbol—desde arriba o desde el banquillo. Y ahora, cuando su equipo—de cerca de veinte años de profesional y toda una vida en el corazón—se va a medir a nivel europeo, el de la zurda se ha echado su fútbol de oro en la mochila y ve a los demás para contar lo que ha visto. Y lo que tenía que ver estaba claro: el cómo el contrario de la Recopa—Milan, sociedad anónima—entiende esto de la pelota y cómo y qué y cuándo y de qué manera puede el Betis rebatirle las teorías y llevárselo al huerto. Después—esta noche ya comenzarán los tiros—será cosa de que ruede o un ruede a gusto de la menta, pero antes ha quedado clarito que la zurda de caoba puede seguir dando la “tostá” del consejo o la “rosca” de la experiencia. Y hoy, esta noche, cuando los equipos que tienen bambinos—uno, ya se sabe, Rivera es de oro; otro, ya se sabe, Rogelio, es de caoba—salgan, ya tendrán los verdes en el pensamiento lo que Iriondo les haya dicho de lo que le contó Rogelio… Ayer volvió de estrenar su profesión de espionaje pelotero y hoy nos lo cuenta…
– El Milan…
– Lo vi en Florencia contra la Fiorentina
– ¿Resultado?
– Empataron a uno. El Milan consiguió el empate cuando faltaba un minuto
Primer dato: atentos los verdes hasta el final, que este león de rayas rojinegras no se rinde hasta el minuto noventa.
– ¿Qué te ha parecido?
– No voy a descubrirlo yo ahora. Es un equipo de una categoría excepcional y, ¡cómo no¡, me ha gustado muchísimo
– ¿Qué es lo más difícil del Milan para el Betis?
– Pienso que el hacerle goles. ¡Se cierran atrás de una manera¡
Segunda dato: el descerrojador que lo descerroje, buen descerrojador será.
– ¿Qué le has dicho al míster?
– Iriondo y yo hemos hablado de varios detalles, dos o tres cosas que convenía precisar y le expliqué más o menos lo que yo había visto: la forma de jugar y la forma de defenderse
– ¿Qué más?
– Prácticamente hemos coincidido el míster y yo en las apreciaciones. Él ya había visto jugar al Milan en el Trofeo Villa de Madrid y sabía de qué iba este equipo. Lo que hemos hecho es concretar las opiniones
-¿Qué hombre del Milan se ha significado más para ti?
– Me ha impresionado el conjunto, que tiene por otra parte grandes individualidades
– En el Villamarín no estará Rivera…
– Allí sí jugó y no lo hizo bien. No sé si estaría lesionado o lo sustituyeron por cualquier causa. Con él o sin él, el equipo es muy compacto. Rivera allí en Florencia no estuvo bien y sin embargo su equipo empató
– ¿Puede ganar el Betis?
– Esto del fútbol no tiene lógica. Si tuviera lógica todo el mundo acertaría la quiniela y fíjate el dinero que dejan las quinielas. Yo creo que más que poder ganar el Betis tiene que ganar, tiene que intentar ganar
Tercer dato: querer puede ser poder.
– ¿Cuántos goles serían precisos?
– Un par de goles nos haría ir tranquilos, o por lo menos bastante tranquilos, a Milán, claro que ya te digo antes lo difícil que es hacerle golas a un equipo como este
– ¿Hay dureza en su juego? Para entendernos, ¿Sabe este equipo dar leña?
– No, leña no da. Lo que sí pasa es que sabe jugar muy serio
– ¿El público italiano?
– Fenomenal… para su equipo. Los tifosi rebosan los campos y son bastante excitados. Llevan tambores, gorras, música… Un espectáculo
– Aparte Rivera y otros, hay u jugador veteranísimo y titularísimo: Albertosi. ¿Cómo está el portero de los cuatro mundiales?
– Un gran portero. Le marcaron un gol, pero no tuvo culpa alguna ya que fue un balón raso y al palo. Por lo demás es segurísimo y manda en el área.
Cuarto dato: el punto flaco de Albertosi está en los balones rasos y al palo. Claro que ahí no es difícil sorprender a nadie.
Rogelio ya está olvidando la yerba y pensando en otros menesteres. Rogelio ya estuvo en el banquillo, jugando con la garganta, la noche periquita que llevó al Betis a Madrid.
– ¿Estarás en el banquillo?
– No estoy en la lista de concentrados
– Ya lo sé. Pero no digo para jugar con los pies, sino con la voz…
– Aquello fue algo excepcional. No se marcaba el gol y los nervios me hicieron gritar y tratar de ayudar desde allí. Ahora no haré eso. No, no estaré en el banquillo
– Y dime, Rogelio, ¿seguirás en el espionaje?
Antes de que el coriano conteste, Iriondo se adelanta a la respuesta. No parece haberle gustado al míster la palabra “espionaje” y ataja la contestación:
– Ellos también nos han visto a nosotros. Incluso muchas más veces porque nos han visto dentro y fuera. Sin embargo, nosotros no los hemos visto dentro.
La pregunta, tras esta aclaración del míster, vuelve a Rogelio…
– No lo sé. No tengo ni idea. Si el club lo cree necesario…
– Un resumen, Rogelio
– Que, a pesar de todo, el Milán no se come a los niños crudos. Gran equipo, sí. Difícil equipo, sí. Pero…
– ¿Se le puede…?
– Ojalá
Fuente: Manuel Fernández de Córdoba en Suroeste 14 de septiembre de 1977