La figura de la semana. Ernesto Pons. 1965

Ernesto Pons fue técnico de la primera plantilla del Real Betis Balompié en 3 ocasiones distintas, y en las 3 fue una solución de urgencia para intentar reconducir la mala trayectoria del equipo. En la primera, en la temporada 1962-63, llegó al equipo en la jornada 11 para suplir a Fernando Daucik, clasificándolo en la novena posición.
En la segunda ocasión llegó en un momento mucho más delicado, en la jornada 26, sólo a falta de 5 partidos, tras el fallecimiento de Andrés Aranda, con el equipo al borde de los puestos de descenso. En esos 5 partidos cosechó 2 victorias, 2 empates y 1 derrota, salvando al equipo con un dramático empate en la última jornada en el Nou Camp, que mantenía al equipo en la posición 12, evitando así tener que jugar la promoción de permanencia.
En las páginas del diario vespertino Sevilla, al día siguiente del empate en Barcelona, se le dedicaba este artículo en el que se le reconocía como la figura de la semana.
Hoy es día de alegría bética. Lo que es también de alegría sevillana. El rango deportivo de la Ciudad de la Gracia, con dos equipos en Primera División—que sólo comparte con las tres primeras ciudades españolas, Barcelona, Madrid y Valencia—se ha salvado. Ello después de dos meses largos de incertidumbre y de unas semanas de auténtica angustia.
¿Iba a descender a Segunda el Betis, después de siete años de permanencia en la División de Honor? ¿Iba a iniciar el club del Estadio Villamarín el largo calvario que en otra ocasión le hizo permanecer en la oscuridad de una clasificación deportiva que no se conllevaba con su brillante historial?
El curso de esta crisis y su resultado final han arrojado un no a estas preguntas. Un no que implica un sí. Sí a la categoría de doble honor de Sevilla y de sus dos equipos. Estamos, pues, en una hora de alegría. Pero no hay alegría que merezca tal nombre si no va acompañada de un capítulo de justicia y gratitud.
Esto es lo que nos hace traer a esta galería deservidores de Sevilla a la figura de Ernesto Pons, entrenador del último periodo recuperativo del equipo verdiblanco. La recuperación ha sido obra de muchos, claro es. Directivos, público y jugadores. Pero es Pons el hombre que ha sabido capitalizar el esfuerzo común y traducirlo en la permanencia del Betis en Primera División. Modesto, callado, paciente y luchador, Pons se hace acreedor a la admiración y al agradecimiento de la ciudad. En él, el técnico ha sido superado por el hombre bueno, voluntarioso y sencillo que no rehúye medirse en los peores trances. Este de ahora ha sido realmente grave; pero ya hay antecedentes de otro en la que el competente técnico catalán tuvo también que salvar al Betis de parecido peligro. Triunfador así por partida doble, demostración de que no siempre las segundas partes fueron malas, sino que a veces mejoran a las primeras, Pons se yergue como el hombre del Betis, el que le ahorma ante la dificultad y galvaniza su voluntad de triunfo.
Es por eso el hombre de la semana y el hombre del día.