Lo que arrastra el Betis. 1953

Los partidos del Betis en Utrera durante los años de la Tercera División siempre se han recordado por los desplazamientos masivos de la afición verdiblanca en apoyo del camisolín de las trece barras.
Una época deportivamente muy dura, con el club en el tercer escalón del fútbol nacional durante 7 temporadas, pero a la vez la época en la que se forjó el carácter único de la afición bética.
Un ejemplo es el que traemos hoy a nuestra sección de relatos periodísticos, publicado en el diario vespertino Sevilla el 24 de noviembre de 1953. Dos días antes, en la que fue la última vez que el Betis jugó en Utrera un partido de Liga, el Betis se impuso 0-2 con dos tantos de José Peñafuerte. Estamos en la temporada 1953-54, en la que el Betis dominó la clasificación desde el primer momento, y a Utrera se desplazaron miles de béticos en todos los medios de transporte, incluido el carro que aquí se relata.
Decía ayer que los aficionados béticos fueron a Utrera por todos los medios de locomoción a su alcance. En tren, autobuses, coches particulares, taxis, motocicletas, bicicletas… ¡y hasta un carro¡
Sí, en carro.
En Triana vive un “hincha” que tiene un negocio modesto y un carrito tirado por una caballería que le sirve para su negocio.
Pues bien, el domingo, a las cuatro de la madrugada, salió con dos amigos y una garrafa de vino en su carrito para Utrera.
Genial.
Bueno, y ya hay carteles por ahí anunciando el viaje a San Fernando…
¡La que se va a “arma” como el Betis sea campeón¡
