Presente y futuro del Real Betis Balompié, de Igarfe
Traemos hoy una colaboración periodística que en la revista Verde y Blanco publicó el periodista de El Correo de Andalucía Ignacio García Ferreira, «Igarfe»; en noviembre de 1960.
Como él mismo cuenta en el inicio del artículo lo hizo por invitación de otro periodista, Emilio Vara, y en él se va a centrar en lo que suponía para la entidad verdiblanca la adquisición en propiedad del Estadio Municipal de Heliópolis, aunque destacando el hecho no desde el punto de vista de la principal ocupación de la Sociedad, el fútbol profesional, sino de todas aquellas otras secciones deportivas de carácter amateur que en esa época formaban también parte de un club polideportivo como era entonces el Real Betis Balompié.
El excelente periodista y buen amigo Emilio Vara me dijo: Hazme un artículo sobre el Real Betis para VERDE y BLANCO. Puedes elegir tú el tema.
El deseo del dilecto compañero vamos a intentar cumplirlo y hemos elegido como asunto del trabajo el presente y el futuro del conjunto verdiblanco o, para ser más exactos, de la Sociedad.
Sin duda alguna, la Entidad deportiva vive en estos momentos una situación eje del engrandecimiento del club. Es la adquisición del Estadio Municipal de Heliópolis, sacado a subasta pública por acuerdo que el Excelentísimo Ayuntamiento Pleno adoptó el pasado mes de septiembre. He aquí un buen tema para el artículo y para la revista de los seguidores béticos. Porque la adquisición del Estadio no es una meta, sino un punto de partida para convertir la Sociedad en un club polideportivo, muchas de cuyas secciones ya se hallan en marcha y, como en las de rugby y atletismo, obteniendo buenos resultados.
La adquisición del Estadio es, por tanto, el principio de una nueva e interesante etapa en la vida del Real Betis. Significa la posesión de campo propio y, al mismo tiempo, brindar a los asociados la oportunidad de contar con nuevas instalaciones en donde, siendo el fútbol el principal motivo de actividad, ofrecer al deporte amateur puro magníficas posibilidades. Porque el Real Betis, poco a poco, va floreciendo en deportes antes tan poco activos como el rugby, el tenis de mesa, el atletismo… La nueva orientación verde y blanca, bajo la presidencia de don Benito Villamarín Prieto ha vuelto la vista a deportes que antes no se practicaban dentro de la Sociedad. La entidad bética, que con el retorno a Primera División donde durante años su puesto estuvo vacante en espíritu, ha tomado nuevos bríos y, no sin justificación, aspira a situarse entre los primeros clubs españoles que tienen diversas secciones además de la profesional del balompié.
El Real Betis da así un mentís a cuantos opinan que el atletismo, el rugby, el tenis de mesa, la natación o cualquier otra modalidad están reñidas con el fútbol. Sin desatender a este, puede y debe darse estímulo a los otros deportes. No sólo pueden convivir sino también ser nuevo aliciente para los asociados del veterano club. Pueden ser hasta un atractivo más y proporcionar a la Sociedad nuevos simpatizantes que antes permanecían indiferentes, apartados de la misma al no ser aficionados al balompié. Consideramos que en la nueva orientación que el Real Betis ha dado a su sistema orgánico pueden hallarse muchos beneficios para el mismo. Cuando las nuevas instalaciones de piscinas, pistas, etc, complementen el Estadio de Heliópolis, nadie podrá negar que a la capacidad deportiva de la ciudad se le habrá dado un impulso formidable. Esto es lo que la Sevilla deportiva necesita y ese es, sin duda, el futuro interesante del Real Betis Balompié.
Hemos presenciado, en la primera regata Sevilla-Real Betis, cómo las márgenes del Guadalquivir se poblaban de millares de personas que nunca se habían interesado por el remo. ¿Motivos?. La rivalidad entre los dos primeros clubs de la capital de Andalucía. En los partidos de fútbol juvenil sucede lo mismo. Pues bien, aunque parezca no tener importancia esas reacciones, en el fondo la tienen y profunda.
Sevilla debe encontrar en la rivalidad deportivo bético-sevillista, no un motivo de absurda desunión, sino de formación de aficionados. En la prueba de cross celebrada después del partido Real Betis-Real Sociedad vimos como millares de personas continuaban en sus localidades para ver a los corredores verdiblancos Amillategui y Morilla disputar la victoria a los rivales del Club Natación Sevilla. Ese es un gran paso en la educación deportiva de los sevillanos, es la demostración de que, ofreciéndole pruebas de interés, reaccionan de forma positiva. Por todo esto sólo plácemes merece la campaña emprendida por la entidad bética en pro de los deportes amateurs. Es un acierto de la Junta Directiva que preside don Benito Villamarín Prieto y del hombre que como gerente del club, don Fernando Moya, presta leal y decidida colaboración cuanto signifique realce de la sociedad verdiblanca.
Por eso con la compra del Estadio de Heliópolis el Real Betis encuentra nuevos cauces para un futuro de espléndidas realidades deportivas en las que junto a los triunfos del equipo profesional de fútbol veremos muy pronto, a no dudarlo, otros en las más diversas modalidades. Esa es la tarea de un gran club y es la que en el seno de la Sociedad bética ha sido emprendida.
VERDE Y BLANCO, que podemos considerar crisol de las ambiciones de progreso béticas, consideramos es la publicación adecuada para destacar cuanto se está llevando a efecto en el club. Es tribuna más apta para en ella poner de relieve esa protección que al deporte amateur le está prestando el Real Betis Balompié hace algunos meses, y que aún ha de ser incrementada con la adquisición del Estadio de Heliópolis.