Víctor Sánchez del Amo, ¿héroe o villano?
Parece que escribir algo bueno de Víctor Sánchez del Amo ahora roza que te cataloguen de sevillista. Pues bien, a mi hay cosas que me gustan y cosas que no ¿Quiere decir eso que quiero que siga? No, quiero decir lo que he dicho, que hay cosas que sí, y otras no.
El Betis con el míster madrileño ha jugado partidos buenos y malos, con un especial punto débil, su desempeño fuera de casa. En el Villamarín el Betis no ha sido inferior a ningún equipo. Ha perdido dos partidos, con la Real Sociedad y con el Sevilla, y en ambos encuentros lo justo hubiera sido un empate. En el resto de encuentros empatados, Celta, Sporting y Barcelona, el Betis fue superior. Quizás contra el Valencia, donde también se empató, si fue justo ese resultado. ¿En que me baso? Desde luego que en mi opinión, pero si alguien quiere, que se moleste en revisar las crónicas de esos partidos. Ha habido momentos de mal juego, pero también de bueno, y aunque el madrileño deja mucho que desear en su capacidad para rectificar partidos, y en acertar con los cambios, el Betis ha recuperado solvencia en casa, cosa que hace mucho tiempo que había perdido.
Fuera del Villamarín es harina de otro costal. Ha habido muchos partidos que el Betis ha salido a jugar con poca ambición, y algunos, como el de Granada, que directamente ha hecho el ridículo, y eso es intolerable. El Betis fuera tiene que dar la imagen, como mínimo del Calderón, y hay que aspirar a jugar como en el Bernabéu, y eso es lo que no me está gustando de Víctor Sánchez del Amo, mentalidad de equipo pequeño fuera ¿Qué si apuesto por él para seguir? Pues no lo sé, sinceramente, tengo muchas dudas, pero no tengo argumentos para decir que seguro que fracasará, porque su éxito dependerá de sus mimbres. Seguramente hay más cosas ahora mismo que me disgustan de él para que siga, pero con este entorno, lo de menos es el entrenador.
Aquellos que dicen que hay que fichar ya a Juande, Marcelino o Setién para la temporada próxima, les digo, sí, me parecen buenos entrenadores todos, pero ¿acaso no lo era Marcelino cuando llegó al Sevilla y se fue con el rabo entre las piernas? ¿No era increíble Juande esta temporada y dejó el Málaga como está? ¿No era el mismo entrenador Setién cuando se habló de ficharle en el verano en que se ficho finalmente a Julio Velázquez y se decía que no había hecho nada más que entrenar al Lugo? En el fútbol, los jugadores y los entrenadores son como melones por calar, y no se saben nunca como saldrán. He visto desfilar por el Betis a García Traid, Cúper, Hiddink, Irureta o el propio Garrido, entrenadores con currículos más que validados y que no han sabido o no ha entendido qué es el Betis. Porque el Betis es muy grande, sí, pero es muy complicado.
Mi opinión es que la verdadera causa del rumbo errático del Betis no es tanto los entrenadores, que también, como la baja calidad de los futbolistas. Hay demasiados jugadores que no tienen nivel para ser titulares en el Betis, y algunos ni siquiera para estar en la plantilla, y ahí los tenemos. Así es muy difícil hacer un equipo grande. No se puede vivir de dos jugadores como Rubén Castro o Joaquín, muy grandes, pero por cuestiones naturales tienen que pasar a un segundo plano. Hay que fichar jugadores para hacer plantilla de calidad, poco a poco, y además trabajar bien la cantera, no fichar a morralla que solo sirve para hacer bulto. En resumen, para mí quien de momento lo está haciendo mal en el Betis es más Torrecilla que Víctor Sánchez del Amo, al menos esas son mis sensaciones…
Señores, todos somos béticos, y ninguno tenemos el don de decidir qué bético es bueno o malo, o cual es el que sabe de fútbol o no. Hasta que esta entidad no esté unida de verdad y se eliminen de una vez los fantasmas del pasado, no volveremos a ser un equipo competitivo. Hay demasiada gente más interesada en torpedear al de enfrente, que en servir al Betis, y eso no permite a la entidad crecer. Yo quiero un Betis grande, claro que sí, y creo que nada de lo que he dicho vaya en contra de esa idea, pero un Betis grande se hace desde la unión, construyendo, y con humildad de escuchar a todos, no infravalorando a nadie. Betis grande sí, pero desde la unión y la paciencia.