Qué bonito es ganar, aunque sea sin jugar bien
El Betis está progresando adecuadamente, como si de una calificación de colegio se tratara. Con un Setién asentado, que casi se ha ganado que nadie le critique ningún cambio, y con un modelo de juego que aúna calidad y resultado, nos encontramos en la jornada 9 con 16 puntos. La temporada pasada no llegamos a esa cifra hasta la jornada 15, que conseguimos 18 puntos.
Ayer fue el peor partido del Betis en casa en lo que va de temporada en cuanto a juego, pero se ganó y se mantuvo la portería de un excelente Adán. A eso se le llama SOLVENCIA, ganar aun no jugando bien. Pues el Betis ha llegado a ese punto en la temporada, y eso tiene un valor incalculable. Si a eso le añadimos que seguimos sumando jugadores al aporte global, y que el equipo cada día cree más en sí mismo, nos deja un panorama esperanzador. En el encuentro de ayer Amat, Tosca y Tello se sumaron a la causa, además Campbell fue titular, y Boudebouz por fin jugó mostrando gotas de su innegable calidad. De Sanabria ya comentaré algo más después.
Estamos bien, muy bien, pero no tenemos que mirar a nadie ni por arriba ni por abajo, solo tenemos que pensar en el Espanyol, el próximo encuentro. Ya veremos donde se llega al final de temporada, lo importante es que todos vemos que se puede conseguir un proyecto deportivo con cara y ojos. ¿Será esta temporada? Pues no lo sé, pero el camino se está trazando con sentido.
El partido de ayer no quedará en el recuerdo por el buen juego, pero si debería quedar por un nombre, Tonny Sanabria. Si Setién se ha convertido en el rey de callar bocas, el paraguayo es su discípulo mas aventajado. El delantero guaraní, de solo 20 años, ha marcado ya 6 goles en los partidos disputados, con una media de un gol cada 82 minutos disputados.
Muchos decían que el fichaje de Sanabria fue un error tras su rendimiento la temporada pasada, obviando las continuas lesiones y el pobre rendimiento del equipo. Por suerte Setién tuvo claro desde el primer momento, que una vez Sanabria se recuperó de su lesión tenía que ser clave en el Betis. De todas maneras este el Betis del equipo, no de sus individualidades, y eso es la grandeza de esta temporada.
Sigamos partido a partido y confiemos en nuestro entrenador y en el grupo, esta temporada se lo están mereciendo.