“Soy socio y accionista, como pocos del consejo” (Estadio Deportivo)
– Ya ha confesado que sigue al Betis desde la distancia, pero mucha gente dse pregunta si sigue siendo socio.
Claro que sí. El otro día vi por la tele el partido del Granada y lo pasé muy mal. Además, no sólo soy socio, sino que tengo un número más antiguo que el de Rafael Gordillo. Además, soy accionista a título individual. Creo que eso lo pueden decir pocos del consejo actual. Uno o dos a lo sumo.
– Por cierto, ¿le han ocasionado ya algún problema aquellas desafortunadas declaraciones suyas sobre Mercedes Alaya, a la que tildó de nazi?
Tengo que ir próximamente a declarar al juzgado. Me ha granjeado ni más ni menos que un lío judicial. Y eso que pedí disculpas al día siguiente por unas declaraciones que, eso sí que lo admito, fueron desafortunadas.
– Otra pregunta incómoda pero que le da la oportunidad de aclarar un tema que levantó bastante revuelo: ¿Es cierto que Mario Conde, usted o personas de su entorno presionaron por medio de su bufete a Antonio González Días, actual administrador concursal, para que no presidiera la junta extraordinaria del 13 de diciembre de 2010?
Sinceramente, no creo que ni él (Conde) ni yo estemos capacitados para influir en un bufete tan importante, que, por cierto, dijo que la junta era ilegal. De todas formas, ahora han hecho al chico administrador concursal, por lo que muy mal no le ha ido. Le van a hacer rico. En general, todos están bien colocaditos.
Lea la entrevista completa en la edición de ESTADIO de hoy.
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Me parece increíble que los medios de comunicaión, y también nosotros, sigamos dando cancha a este personaje. Que vuelva a su covacha, para seguir exprimiendo y estrujando empresas en quiebra, que es su especialidad.
No le sigamos el juego a este turbio personaje, que no se le asocie jamás con el nombre del Real Betis Balompié, al que sólo se ha arrimado para trincar y hacer de testaferro del sátrapa de Jabugo.
Y por supuesto, que se emprendan todas la medidas legales para que devuelva hasta el último céntimo sustraído, además de pedirle responsabilidades penales por ello.