Llegó la hora de ser hombres
Jamás podré olvidar los cánticos, el ambiente, la piel erizada, los abrazos, las caras, las bufandas al viento, el verdiblanco, el golazo de Lo Celso, la locura, las palomas del Duomo, la felicidad. Jamás podré olvidar que estuve en San Siro viendo al Real Betis Balompié conquistar Milán. Lo pasamos como niños pero ahora llega la hora…
