Llegó la hora de ser hombres
Jamás podré olvidar los cánticos, el ambiente, la piel erizada, los abrazos, las caras, las bufandas al viento, el verdiblanco, el golazo de Lo Celso, la locura, las palomas del Duomo, la felicidad. Jamás podré olvidar que estuve en San Siro viendo al Real Betis Balompié conquistar Milán. Lo pasamos como niños pero ahora llega la hora de ser hombres.
El Real Betis Balompié es mucho más que un club, que una institución deportiva. En sus entrañas se gestó una leyenda que recorre el mundo entero y que, como en cualquier ciclo de la vida nos llevó desde la hombría de la época de Benito Villamarín a tener que renacer de nuevo no hace mucho tiempo. Pero no podemos permitirnos más excusas, el pasado pasó, llega la hora de ser hombres.
Hace poco me topé con un poema de Rudyard Kipling y las palabras que vienen a continuación me las digo a mi, te las digo a tí, se las digo a la afición, a los jugadores, al cuerpo técnico, a la dirección deportiva y a la presidencia del club porque de todos depende que este equipo siga siendo el CurroBetis o seamos de una vez por todas, el Manquepierda de verdad. No el que se lame las heridas con un resultado, sino el que sabe que lo quiere ganar todo, lo pelea todo, lo conquista todo, y si pierde, aprieta los dientes y pelea hasta la extenuación en la siguiente batalla. Porque nada se ha ganado si no ganamos la guerra, porque nada se ha perdido si no perdemos la guerra.
Si, de Rudyard Kipling.
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
pierde la suya y por ello te culpan,
si puedes confiar en ti cuando de ti todos dudan,
pero admites también sus dudas;
si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o ser mentido, no pagues con mentiras,
o ser odiado, no des lugar al odio,
y -aun- no parezcas demasiado bueno, ni demasiado sabio.
Si puedes soñar -y no hacer de los sueños tu maestro,
si puedes pensar -y no hacer de las ideas tu objetivo,
si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre
y tratar de la misma manera a los dos farsantes;
si puedes admitir la verdad que has dicho
engañado por bribones que hacen trampas para tontos.
O mirar las cosas que en tu vida has puesto, rotas,
y agacharte y reconstruirlas con herramientas viejas.
Si puedes arrinconar todas tus victorias
y arriesgarlas por un golpe de suerte,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir nada de lo que has perdido;
si puedes forzar tu corazón y nervios y tendones
para jugar tu turno tiempo después de que se hayan gastado.
Y así resistir cuando no te quede nada
excepto la Voluntad que les dice: «Resistid».
Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o pasear con reyes y no perder el sentido común,
si los enemigos y los amigos no pueden herirte,
si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
si puedes llenar el minuto inolvidable
con los sesenta segundos que lo recorren.
Tuya es la Tierra y todo lo que en ella habita,
y -lo que es más-, serás Hombre, hijo.
Noticia por Selu Vega
Bético de nacimiento, vocación y pasión. Desde Manquepierda intento acercarme a cada bético que puebla el mundo. Director del grupo Manquepierda.com. Si tienes alguna sugerencia o queja, conmigo puedes hablar. Vivo en Canarias pero tengo el corazón instalado en Heliópolis.