A Muñiz Fernández por Querqus Verdiblanco
Redacto este artículo 24 horas después del partido que disputaron el Valencia y el Real Betis Balompié para demostrar que lo escrito no es fruto de un mero calentón.
Sinceramente no soy partidario de meterme con el trabajo de nadie pero cuando a uno le llueven las críticas es por algo y la razón es que tipos de esta calaña no deberían arbitrar durante tantos años seguidos en primera división, haciéndolo de manera tan nefasta y ofreciendo una imagen excesivamente chulesca, despótica o como lo quieran llamar de cara a los jugadores y a los propios aficionados (el futbol lo ven niños) .
Un árbitro es una persona y como tal puede equivocarse pero lo que es cierto es que hay muchísimas maneras de hacerlo y precisamente la chulería y el autoritarismo están descartados en el deporte.
Si usted escribe el nombre de este personajillo de ficción en Google aparecerán cientos de datos relacionados con fallos calamitosos cometidos a lo largo de su trayectoria profesional, hasta le dedican una fanpage de Facebook llamado Muñíz Fernández es el peor árbitro de la historia, en fin que les voy a contar.
Sinceramente Sr Gomina, a mi me daría vergüenza. Pero en este país tenemos de todo y usted es uno de esos que hace fatal su trabajo y sigue cobrando importantes cantidades de dinero.
Cuando sea justo, cumpla con sus funciones (y con ello me refiero a cosas como que un penalti puede serlo sin que el jugador quede tendido en el suelo), dejarán de pitarle los oídos.
Espero presenciar en poco tiempo su retirada de este deporte por que pienso que un equipo que trabaja duro y además está cerca de conseguir un premio por su buen hacer en la temporada, no debe ser desprovisto del mismo por fallos ajenos, cometidos por alguien que no sabe cual es su papel.
Así que sin más, me despido, por una parte deseándole un buen futuro anunciando alguna marca de gomina conocida y por otra diciéndole algo que se lleva mereciendo mucho tiempo y que todo aficionado al futbol español independientemente del equipo que sea estaría muy gustoso de decirle a la cara;
VÁYASE SEÑOR FERNANDEZ, VÁYASE´´.
Rafael Durán