Al estilo Betis, más difícil todavía y tensión hasta el final. Betis B 4 – Orihuela 1
Se estrenaba la estación veraniega, en el que sería el último partido oficial del Betis B en la temporada 13-14 El todo o nada, aunque observando el resultado de la ida tenía más pinta de nada. O eso creíamos los descreídos. Porque la temporada del primer equipo nos ha vuelto desconfiados, y porque el más reciente varapalo de la selección española nos dejó muy tocados.
Se antojaba difícil la hazaña, un rival que partía con una ventaja de 2-0 y que no había encajado un gol en los últimos 8 encuentros. En todo el playoff nadie consiguió batir al meta albaceteño Emilio. Con todo el Betis B salió con muchas ganas. Claro dominio en la primera mitad, con bastantes ocasiones para los verdiblancos. Era al llegar a la zona de tres cuartos cuando se empezaba a complicar la cosa, pues era en esa parte donde los jugadores del Orihuela se empleaban con mayor dureza. Muchas entradas, la mayoría señaladas por el árbitro, que dieron buenas ocasiones para los béticos. Pero siempre encontrándose al meta rival como infranqueable muro.
A los 26 minutos llegó el mazazo. En un saque de esquina oriolano, un despiste de la zaga que no despeja el balón, pelota que queda muerta para que Vivanco rematara a placer. Si ya era difícil la papeleta teniendo que remontar un 2-0 el gol en casa obligaba a hacer 4 goles, algo que nadie en toda la liga ni los playoff había conseguido endosarle al Orihuela.
Terminó la primera mitad con los ánimos muy tocados. Y la grada, acostumbrada al desastre de ésta temporada, que no sabía en que creer ya. Pero aun había gente que creía, y estaba donde debía estar, sobre el césped del coliseo verdiblanco.
Se reanudaba el encuentro con la entrada de Juanma por Lolo en los béticos. La gente se preguntaba porque uno de los mejores delanteros no entraba desde el inicio, pero resultaba que el ariete rinconero se había levantado con 38º de temperatura y los médicos aconsejaron cautela. La entrada de Juanma dio más alegría al ataque bético, pero seguía sin abrir la lata alicantina. A los diez minutos de la reanudación entró Isuardi por un Marc Más que lo había intentado sin fortuna. Y en ese momento cambió la cara del partido. A los dos minutos de la entrada del delantero santanderino se produjo una falta cercana al área, como muchas en lo que llevábamos de partido. Ésta se situaba a la izquierda del área y a pocos metros de su frontal. Varela llevaba toda la tarde botando las faltas, pero ésta la pidió Isuardi. De golpeo sensacional superó la barrera y lamiendo el poste se coló al fondo de la red. Por fin caía la telaraña que tan concienzudamente había tejido el meta albaceteño Emilio. Corría el minuto 56 cuando aún todo era pura fantasía. Apenas sacaba el Orihuela de mediocampo, y pasados dos minutos, una jugada individual de Isuardi que no consiguió finalizar pero sí lo hizo Álvaro González. Minuto 58 y ya se le dio la vuelta al marcador.
Seguía el asedio constante sobre la meta de Emilio, salvo algún destello de los puntas oriolanos. Que no pusieron en muchos apuros a Montoya. Tendría que pasar más de un cuarto de hora para que en la enésima falta botada por Varela, recogiera Moyita que había entrado 4 minutos antes, y se la pusiera a Juanma que en el segundo palo esperaba con el cuchillo entre los dientes. Minuto 74 y 3-1 para empatar una eliminatoria que deshacía el valor doble de los goles fuera de casa a favor del Orihuela.
Nervios, tensión, locura. Los oriolanos lo veían cada vez más cerca, los béticos más lejos. Hacía dos minutos que se había cumplido los 90 reglamentarios, y solo quedaban dos más que corrían quemando las esperanzas verdiblancas. Otra falta más que va a lanzar el Betis, Montoya que abandona su portería porque como buen guerrero quería sentir la batalla de cerca, y a ser posible dar él mismo la estocada final. A ciencia cierta nadie sabe que pasó. Se preguntó en sala de prensa y nadie sabía nada. Nacho Vento espetó que fue Sebastián Alabanda quien empujó el último balón al interior de la red, y nadie le rebatió. Todos estábamos de acuerdo. La realidad es que volando el balón hacia el interior del área, y después de algún rebote, fue el lateral diestro Kevin quien hizo el 4-1
No hubo tiempo para más, manos arriba del colegiado canario y explosión de júbilo en el coliseo bético. Tras una temporada negrísima, este partido era un balón de oxígeno para un moribundo Betis. Como bien dijo Martínez de León “alanceado mil veces, pero nunca muerto». Final feliz para una tragedia. Para no olvidar el pasado, creer en el presente y sentar las bases para un gran futuro. Futuro cercano que nos otorga grandes jugadores que de buen seguro engrosarán las filas del maltrecho y desencantado primer equipo.
Se acabó, por fin, la temporada 2013/2014 Muy mal en general, pero con muchos detalles positivos en particular. Una floreciente cantera que aportará al primer equipo la casta y el beticismo que éste desalmado equipo necesita.
Real Betis B: Javi Montoya; Kevin Lacruz, Caro, Sofian (Moyita, m. 70), Varela; Álvaro González, Carlos García, Lolo (Juanma, m. 45), Eneko; Ismael y Marc Mas (Isuardi, m. 54).
Orihuela CF: Emilio; Álex, Urzaiz, Del Cueto, Carrión; Vivanco (Kike Mateo, m. 59), Fleky, Piñera (Espinosa, m. 82), Nacho (Alcolea, m. 46); Antonio y Tonino.
Goles: 0-1, Vivanco (m. 25). 1-1, Isuardi (m. 56). 2-1, Álvaro González (m. 58). 3-1, Juanma (m. 74). 4-1, Kevin Lacruz (m. 94).
Incidencias: 12.000 espectadores en las gradas del Benito Villamarín.
Noticia por Dejan Boyerovic
Amante del baloncesto y bético de nacimiento. Escritor aficionado y periodista frustrado, que desahoga sus ganas de escribir colaborando en la web. Ahora con el Betis Energía Plus intento despertar la pasión por el baloncesto entre los béticos de Manquepierda.