Algo está cambiando en el Betis
Comienza el mes de julio y se han asegurado cinco refuerzos (Durmisi, Jonas Martin, Nahuel, Musonda y Mandi) y uno está a punto de caramelo (Felipe Gutiérrez). Además son todos jugadores con un currículum, no son melones por calar. Es el equipo de primera división con más movimiento de fichajes y solo por eso, ya está cambiando algo en el Betis.
En temporadas pasadas el Betis ocupaba los titulares de los periódicos nada más que para desgracias, en cambio ahora las ocupa por buenos refuerzos y por ilusionar con perspectivas de un equipo serio. Yo no era partidario de echar a Maciá, pero he de reconocer que Torrecilla lo está haciendo muy bien. A la llegada de los jugadores mencionados, se está produciendo la marcha de Molina, Molinero, Caro y Braian, y los que llegarán…
No sé muy bien de donde ha salido ese dinero extra que se está invirtiendo y que no se pudo invertir el verano pasado, pero bienvenido sea. La cuestión es que Torrecilla está gestionando bien los tiempos, y con la probable marcha de N’Diaye, repito, N’Diaye, no Maradona, llegará una liquidez que nos permitirá afrontar quizás los refuerzos más ilusionantes y más complicados que quedan: los delanteros.
La «Rubencastrodependencia» del Betis es una divina enfermedad, pero hay que curarla. no se puede depender de un hombre que acaba de cumplir 35 años y que tiene situaciones extra deportivas pendientes cuan menos complicadas. Es imprescindible gastarse un dinero en dos puntas de garantías, y esas son las operaciones que coronarán la gran labor del
añorado en tierras célticas Miguel Torrecilla.
Hay que aprovechar que la prensa está compungida por los terremotos nervionenses y que no encuentran donde hincar el diente a nuestros colores. Lo que el año pasado era criticar que se fichaba demasiados extranjeros, parece que este año no es problema. De todas maneras, aunque no sea lógico, me alegro que nos dejen tranquilos.
Eso sí, nos queda un tema pendiente, el entrenador. Tengo muchas esperanzas puestas en el nuevo míster, Gustavo Poyet. Quizás no ande tan bien de caligrafía como otros, ni se llena la boca de beticismo, pero ha sido un internacional uruguayo y eso es sinónimo de garra y grandeza, y eso me gusta, y mucho.
Algo está cambiando en el Betis, sigamos así…