Análisis: ¿El Betis de Merino o el Betis de Mel?
Dulces vacaciones de Navidad las que se vivirán en el entorno del Real Betis Balompié o, al menos, más tranquilas de lo que se presuponía allá por el mes de septiembre-octubre. Los verdiblancos, terceros en la tabla clasificatoria de la Liga Adelante y a tan sólo tres puntos del líder de la categoría, Las Palmas, se marchan con la mirada clavada en los puestos de ascenso directo a la Liga BBVA.
Sin duda, la marcha de Julio Velázquez y la llegada al banquillo del primer equipo heliopolitano de Juan Merino, un técnico que conoce a la perfección la entidad, dio a la plantilla verdiblanca ese plus de intensidad que carecía con el técnico salmantino.
Pero, ¿cuál era la parte más positiva del Betis de Merino? Sin duda, el ex jugador verdiblanco supo darle al equipo, en tan sólo un mes y seis encuentros en el banquillo verdiblanco, la garra, fuerza e intensidad que le caracterizaron en sus mejores día con la elástica de las trece barras. Su carta de presentación fue frente a la UE Llagostera. El equipo llegaba muy hundido tras la derrota frente al Alavés en el Benito Villamarín (1-2), que había supuesto la destitución de Julio Velázquez y la ira de toda una afición cansada ya de una historia que llevaba repitiéndose año y medio. Pero, una vez dentro de un campo donde fue prácticamente imposible desarrollar el balompié dadas las condiciones climatológicas, los verdiblancos tiraron del escudo de la mejor forma posible y consiguieron llevarse el encuentro gracias a la intensidad que impregnó Merino en cada uno de los jugadores.
El Betis de Merino, además, no ha recibido ni un sólo gol en los cuatro partidos en los que el ex jugador heliopolitano ha estado en el banquillo en la Liga Adelante. Tras convertirse en una de peores defensas de la categoría de la mano de Julio Velázquez, con dolorosas goleadas como la recibida en Ponferrada (4-1), el Betis de Juan Merino se ha caracterizado, principalmente, por ser un equipo muy ordenado en tareas defensivas, con una pareja de centrales formada por Jordi Figueras y Bruno que se ha asentado de la mejor forma en el centro de la zaga, confirmándose en el encuentro frente al Racing de Santander, con una actuación impecable de toda la plantilla en tareas defensivas.
Además, la corta etapa de Merino en el banquillo del primer equipo verdiblanco podríamos definirla con un adjetivo: personalidad. Al ex jugador verdiblanco no le ha temblado el pulso a la hora de dejar fuera de la convocatoria a los que un día fueron piezas claves. No dudo ni un segundo dejar fuera a Jorge Molina, algo que le ha servido al alcoyano para volver a su mejor forma y ser de nuevo un jugador determinante para el club. Pero tampoco ha dudado ni un instante en dejar fuera a Matilla, jugador que no estaba respondiendo y que, pese a ello, era uno de los habituales de Julio Velázquez en cada uno de sus onces.
Y por último y quizás lo más destacado y valorado de Merino ha sido su constante trato con la cantera. Tras los primeros meses de competición, el de La Línea ha llevado al primer filial verdiblanco a los puestos altos del Grupo IV de Segunda División B, algo que le ha servido para no dudar ni un segundo en hombres importantes del B como Fabián, con un salto meteórico desde el juvenil al primer equipo, o Varela y Dani Ceballos, hoy parte de la columna de un Betis que ha vuelto a lo más alto de la mano de Juan Merino.
Pese a ello, la directiva decidió dejar de contar con sus servicios para que este regresará al primer filial verdiblanco donde tan buenos resultados estaba cosechando, contratando de nuevo a Pepe Mel, que vuelve al club tan sólo un año después de ser destituido.
Su llegada gusta, y mucho, a gran parte de la afición heliopolitano. Juan Carlos Ollero, además, confirmó en la presentación del técnico madrileño que era el principal candidato a ocupar de nuevo el banquillo heliopolitano pero, aún así, su fichaje deja bastante frío a una parte del entorno verdiblanco.
¿Qué puede ofrecer Pepe Mel? La trayectoria del técnico madrileño es innegable en el Real Betis Balompié, aunque bien es cierto que los verdiblancos, bien por el pésimo compromiso de muchos de los componentes de la plantilla durante la pasada campaña o bien porque Mel fue incapaz de sacar la situación adelante, sumaron tan sólo diez puntos en las primeras quince jornadas, algo que chirría a cierto sector de la afición.
Aún así, de la mano de Mel pudimos ver a un Betis que deleitaba con su fútbol en la Liga Adelante y que lo llevó de nuevo a la máxima categoría del fútbol español. El madrileño fue capaz de mantener a los verdiblancos la temporada del retorno a Primera División con cierta solvencia y, para enmarcar su trayectoria y como deseaba desde que firmó por los verdiblancos, clasificó a los heliopolitanos para la Uefa Europa League.
Además, es un entrenador que siempre se ha caracterizado por su sinceridad y por expresar las cosas tal y cómo las siente. Quizás la marcha de pilares fundamentales del equipo como Beñat, Cañas, Adrian, Amaya o Campbell, los cuáles fueron sustituidos por Andersen, Verdú, Figueras, Chuli, y compañía dañaron en exceso las miradas del club y las capacidades de un técnico que acabó marchándose, decisión no aceptada nunca por la afición verdiblanca, que siempre vio en él la única posibilidad de la salvación.
El próximo lunes comenzará una nueva etapa para el Real Betis Balompié, etapa que ya terminó el pasado domingo para Juan Merino, dejando el listón muy alto para un técnico del que se espera que devuelva al equipo donde un día, no hace mucho, ya consiguió.