Un bético de la 9ª provincia: Soy bético, no imbécil
Claro que estoy contento por ganar en el campo del Osasuna, y claro que grité un gol como la copa de un pino cuando Felipe Gutiérrez clavó ese disparo, pero soy bético y no imbécil. Un día puntual me vale ganar jugando mal, pero no me vale hacerlo por norma. Estoy cansado que el Betis no juegue a nada desde hace muchos, demasiados años.
Mi primer recuerdo como bético es aquella final de la Copa del Rey frente al Athletic que ganamos en los penaltis. He visto jugar a mi Betis como los ángeles, con Cardeñosa, Gordillo, Diarte, Morán, Rincón, Calderón, Alfonso, Finidi, Edu, Oliveira, Joaquín… Nadie me puede decir que quiere decir jugar bien con las 13 barras en la camiseta, porque lo he mamado, con lo que nadie me vaya a decir lo que es ser buen bético o no, por criticar lo que no quiero para el equipo de mi corazón.
En principio de temporada estaba muy esperanzado con Poyet porque como jugador reflejaba lo que quería para mi Betis, entrega y fútbol, pero el resultado es algo muy diferente. Como entrenador se le nota que va como pollo sin cabeza. No tiene un esquema definido, no sabe colocar a los jugadores claves en su sitio, no transmite credibilidad en su esquema. Nunca he sido partidario de cambiar tan pronto de entrenador, pero ya las he visto de todos los colores y cuando un equipo no funciona se nota.
El partido de ayer frente al Osasuna es una repetición obsesiva del Betis en los últimos 5 años, mal fútbol que a veces suena la flauta. ¿Qué diferencia hay entre que Felipe marque o no? Ninguna, el Betis hizo un partido igual de vulgar, con lo que el resultado no tiene que modificar mi pensamiento sobre el rendimiento del Betis.
Sí, afirmo que no debemos seguir con Poyet porque no es el entrenador que necesita el Betis para crecer. Hay jugadores para jugar mejor de lo que estamos haciendo. Un entrenador que pone a Cejudo como titular, que insiste con Piccini como lateral indiscutible, que crea un esquema que hace como jugador clave del centro del campo a Petros, y quita siempre que puede a Jonas Martin no representa el fútbol que quiero para el Betis.
Quiero un Betis que salga al campo a jugar al fútbol, con la humildad del que quiere crecer, pero con la grandeza del que tiene historia. No quiero pasar más temporadas en las que la vulgaridad es la conclusión del final de año. Soy bético, pero no imbécil, sé lo que quiero, y eso no es el Betis que tenemos desde que se fue el último buen entrenador: Don Lorenzo Serra Ferrer. Que tomen nota los señores Haro y Catalán, cada vez somos más los béticos que no nos conformamos, «No hay palabras, solo hechos».