Un bético de la 9ª provincia: Buen punto, mala gestión de cambios
Si me dicen antes del partido que vamos a empatar, casi no me lo creo. Si me dicen que vamos a puntuar tras los primeros 25 minutos, menos aun. Pero si me lo preguntan justo antes de cambiar a Ceballos, veía la victoria con muchas opciones.
Si, estoy contento con el punto, pero una vez más me indigna que este equipo no sea capaz de tener un entrenador de calidad. ¿Como puedes sacar del campo a Ceballos y a Joaquín, de los mejores ayer, y dejar el equipo sin jugador que dé último pase cuando el Celta está más volcado?
El Celta estaba tocado, y en ese momento de la segunda parte, se veía más cerca el gol del Betis en un contragolpe, que el segundo del Celta, pero fue sacar a Ceballos y a Joaquín, y no meter al menos a Ceballos, que el Betis perdió totalmente el balón.
Todo el mundo vio esto, y creo que todas estas cosas son más que suficientes para no contar con Merino para la temporada que viene ni para el primer equipo, ni para el segundo. Merino le ha dado disciplina y mejoría física, pero no es capaz de engranar con un mínimo de coherencia a los jugadores.
Otro ejemplo, ¿qué nos pareció el partido de Petros de ayer? Pues bueno, en su línea, dando equilibrio y consistencia, porque tiene más calidad que N’Diaye para conducir el balón. Pues solo sabrá Merino porque lo había sacado del equipo en los últimos partidos.
Mucha gente en las redes comenta que con este equipo que tiene el Betis, que va a hacer ahora Merino, y antes Mel. Pues un equipo con Adán, Montoya, Pezzella, Bruno, Vargas, N’Diaye, Petros, Ceballos, Joaquín, Musonda y Rubén Castro, con Portillo como jugador número 12, me parece de todo menos un mal equipo. Eso si, hay que sacarle partido y saberlo gestionar táctica y físicamente.
Lo siento, por mucho que se empeñen en decirlo, desde mi punto de vista el mal del Betis este año, ni es el director técnico, ni son los jugadores, son unos entrenadores que no han sabido gestionar la plantilla, y una directiva que no ha sabido apostar por un buen profesional en el banquillo.