Un bético de la 9ª provincia: Rubén tapa demasiadas cosas
Lo primero es lo primero, hay que estar contentos, porque pese a todo el cúmulo de despropósitos, el objetivo de la temporada, la permanencia, está al alcance de la mano. Tras un ascenso, no sería lógico pedir cotas más altas en la primera temporada, pero se podría haber conseguido antes, y de mejor manera.
Dicho esto, el partido de ayer fue como casi todos en esta temporada, muy poco fútbol, y muy poca previsión desde el banquillo. Si no hay dos laterales disponibles por lesión, Piccini y Vargas, ¿es normal no llevarte a Varela convocado aunque sea para el banquillo? Te llevas solo dos laterales diestros y no tapas de ninguna manera una posible lesión. Ayer vino la virgen a ver a Merino, porque la lesión de Molinero provocó la entrada del «lateral» Cejudo, decisivo con su centro en el gol de Rubén.
Los centrales del Betis más en forma en la actualidad son Pezzella y Bruno, señor Merino, no haga más experimentos, por favor, nos ha dado muchos problemas los dos partidos que decidió sentar a Bruno.
El Betis no generaba juego, porque no se puede pretender que todo lo haga Ceballos. El hecho que Musonda y Joaquín se crucen hacia el interior del centro del campo constantemente genera un atasco de juego que el entrenador es el que tiene que poner soluciones para descongestionar. El balón no circulaba porque el centro del campo parecía La Campana en plena Semana Santa. Teniendo jugadores en el banquillo como Portillo, tienes que tener la capacidad en un momento determinado para tener alternativas.
En la delantera también hay bastantes cosas que decir. Jorge Molina merece el máximo reconocimiento por todo lo que ha dado en el Betis, pero ya no es un jugador para Primera División. Lo mejor que se puede hacer es cuidarlo y respetarlo, no exponerlo como en partidos como el de ayer, que quede en evidencia delante de todo el mundo.
Rubén Castro está salvando el trasero a las enormes lagunas tácticas, primero de Mel y luego de Merino. El Betis tiene mejor plantilla de largo que 8-9 equipos de primera división, y si no lo ha sabido mostrar, es porque los entrenadores no han sabido sacarle el provecho adecuado.
Podemos dejar que nos mareen la perdiz con el director deportivo, pero el verdadero problema del Betis se llama entrenador desde que en la temporada 2005-6 se fue Serra Ferrer. Llevamos 10 temporadas sin un entrenador con cara y ojos, y eso es lo que está lastrando a esta entidad. Esperemos que estén ya trabajando para ello, porque Rubén Castro no es inmortal.