Un bético de la novena provincia: ¿Y si algunos jugadores si eran aprovechables?
Tras el desastre copero, primer partido de liga con Merino en el banquillo ante un rival de los de enjundia, el Villarreal, cuarto clasificado en la liga, y Merino sigue invicto con el Betis en competición liguera, cuatro partidos de segunda y uno de primera.
Tras el susto inicial habitual que acabó en un disparo al palo de Soldado, este Betis de Merino solo se parecía al de Mel en el nombre. Colocación, compromiso, pelea, eso si se ha visto en algunos momentos al Betis de Mel, pero además voluntad de salir con el balón jugado y crear peligro al rival. Esto último si que es nuevo esta temporada. El Betis ha sido, salvo excepciones muy puntuales, absolutamente inofensivo y ha vivido del acierto rematador de Rubén Castro en los primeros 14 partidos, y de los buenos partidos de Adán.
Adán en su línea, la defensa excelente salvo algún desajuste de Vargas, con especial mención al denostado Pezzella. El argentino está demostrando que es un central válido y que necesitaba confianza y minutos. En el medio campo la pareja Petros y N’Diaye demuestran partido a partido que son incansables y que abarcan mucho campo. Ambos corrieron más de 12 km, recuperaron 9 balones cada uno, y jugaron el balón con un tanto por ciento muy alto de acierto.
La primera gran aportación de Merino, además del espíritu y colocación del equipo, vino en colocar de titular a Fabián. El canterano, disponible toda la temporada para Mel salvo alguna jornada que estaba lesionado, solo había jugado 15 minutos en liga. Ayer titular y durante todos los minutos que jugó estuvo constantemente ofreciéndose para recibir el balón y darle una alternativa al compañero y siempre jugó el balón con sentido. Este jugador era uno de los que seguramente Mel no hubiera contado si hubiera seguido.

Fabián recuperado por Merino a la causa
En las bandas Cejudo estuvo en su buena línea general, en una de las pocas cosas que le reconozco a Mel esta temporada, confiar en él. Lástima que algunas jugadas que comienza bien, luego no sea capaz de dar un pase en vez de perderse en un excesivo individualismo. La segunda aportación incuestionable de Merino, incluso para los seguidores de Mel, es rescatar para la causa a Kadir. El argelino fue de los mejores en el encuentro si no el mejor. Demostró su rapidez, habilidad y peligro por banda. No había jugado ni un solo minuto en liga y era otro de los marcados por Mel para abandonar el equipo. Igual había más alternativas en banda de las que se veían por parte del anterior cuerpo técnico.
Adelante Rubén Castro se dejó la piel presionando y ofreciéndose, pero le falto el gol para recuperar su confianza. De todas maneras se le vio mucho más integrado en el juego, forzando faltas e incluso casi forzando un posible penalti. Así volverá pronto el gol.
Merino no es un genio en la estrategia, como demuestra en el filial, pero en su primer partido de liga ha organizado bien al equipo en defensa, les ha dado las pautas para presionar organizadamente en el campo del rival, les ha mostrado que al fútbol se juega con el balón y no con patadón largo de Adán buscando a Rubén Castro, y ha recuperado a jugadores que Mel no quería. Contra el Villarreal, un equipo que siempre quiere y tiene el balón, el Betis tuvo una posesión del 50%, y buscando el campo contrario, no hacia atrás.
El próximo partido frente al Madrid, lo lógico es perder, por la gran diferencia entre ambos equipos, pero si el Betis juega como contra el Villarreal, hay opciones, y además, lo que es más importante, se recuperará la comunión entre el equipo y la afición, fundamental para terminar bien la temporada. Si jugamos como contra el submarino amarillo, no tendrá ningún problema en mantenerse, simplemente porque jugó al fútbol y supo aprovechar a sus jugadores, no por nada extraordinario. Merino ha visto el camino que el anterior entrenador no fue capaz de ver, ese es el camino, al fútbol se juega con el balón y aprovechando los espacios.