Bético, para mirar al futuro, tienes que conocer el pasado
Tras la excelente iniciativa de la web Beticismo de elegir a través de twitter el mejor once de la historia me han venido a la cabeza muchas reflexiones, pero la principal es el título del artículo, para mirar al futuro, hay que conocer el pasado.
Si no sabemos de donde venimos, cuáles son nuestros orígenes, no podemos marcar nuestro destino. El Betis, aunque muchos no lo quieren reconocer, es un grande del fútbol español, y como todo grande tiene una amplia y brillante historia y es un deber de los béticos que la conozcamos. Es normal que se conozcan más a los contemporáneos, pero así como el fútbol mundial actual no puede olvidar ni a Di Stefano ni a Pelé, para entender la grandeza de Messi o Maradona, el bético tiene que conocer a Urquiaga, Aedo, Unamuno, Paquirri, Del Sol, Luís Aragonés y a tantos otros, una lista infinita, pero necesaria para entender todo lo que vino y vendrá después.
El Betis no empezó con la Copa del Rey del 77, tiene un antes y un después. Tiene, tuvo y tendrá sus luces y sombras, pero si no entendemos de donde viene el espíritu del manquepierda, no podremos aspirar a remontar el vuelo de nuestra actual mediocridad.
En este equipo han jugado campeones del mundo, campeones de Europa, enormes futbolistas, y si no valoramos eso, no somos nadie. La grandeza de este equipo es en gran parte su historia, un equipo grande pero que nunca ha mirado a nadie por encima del hombro, donde han tenido cabida jugadores de todos los rincones del planeta y se han sentido como en su casa. Antes de los actuales Zozulya, Brasanac o Petros, e incluso antes de los renombrados Denilson, Finidi, Edú, Oliveira o Emana, han jugado los Landinsky, Calderón, Anzarda o Mühren, os recomiendo que los reviséis, pura magia. Y lo que decimos de los jugadores se puede y debe trasladar al banquillo. Los Serra Ferrer e Iriondo, no son más que la digna sucesión de O’Connell y Antonio Barrios.
El Betis ha sido y será muy grande, y para que todos entendamos a donde queremos llegar, debemos saber de donde partir, y será una manera perfecta de entender el término tan manejado actualmente por algunos, la exigencia. Aquellos que hemos echado nuestra mirada atrás somos más exigentes que ninguno, pero a su vez somos también muy conscientes de lo difícil que lo ha pasado nuestro Betis y que pese a ello siempre ha salido adelante, porque por suerte, no siempre sus dirigentes han tenido el perfil de los contemporáneos.
Béticos, tenemos que conocer nuestra cuna para poder seguir siendo grandes, y permítanme que haga una pequeña cuña publicitaria, no hay un sitio mejor para hacerlo que el espacio de historia de nuestra web Manquepierda.