«Béticos» de careta
Hace ya casi 60 años Benito Villamarín definió a una clase de aficionado, que opinaba sobre la actualidad de su club, pontificaba sobre lo bueno y lo malo y daba lecciones sobre cómo dirigir un club de fútbol pero sin mojarse para nada. Viendo los toros desde la barrera continuamente.
Béticos de taberna. Así los llamó.
Una expresión con la que se definía a aquellos que frecuentaban las redes sociales de la época: las tabernas, un lugar de encuentro, intercambio de opiniones y cátedras desde las que dar lecciones magistrales. Todo ello sin coger la muleta y saltar al ruedo, es decir, sin sacarse un carnet de socio ni implicarse económica ni socialmente en la defensa activa del club.
Hoy en día las tabernas han sido sustituidas por las modernas redes sociales, desde las que todo el mundo pontifica y sabe de todo. Con extraordinaria facilidad asistimos a una profusión de opiniones, expresiones y lecciones de gente de todo pelaje, con lo que a veces es difícil separar el grano de la paja. En muchos casos, si lo aplicamos al terreno futbolístico, esos antiguos béticos de taberna han sido sustituidos por los béticos de redes sociales, aunque, como he comentado antes, no es un proceso exclusivo de nuestro club, sino que se extiende a otros clubs deportivos y a múltiples facetas de la vida actual.
Las redes sociales han servido también para desenmascarar y sacar a la luz a otro tipo de personaje: el bético de careta.
Un espécimen que se caracteriza por practicar el postureo, es decir, por sacar pecho de su beticismo, aprovechar que se es un personaje conocido mediáticamente para reivindicar su cercanía sentimental con las trece barras, y proclamar a los cuatro vientos su fidelidad y devoción por los colores verdiblancos. Ese Betis folklórico, de duquesas, faranduleros, coplistas y toreros, con el que algunos se identifican, pero que afortunadamente no es con el que comulga la gran mayoría de la afición.
Estos días se han quitado la careta. Y nos viene bien, muy bien. Que cada uno sepa a qué atenerse y donde está de verdad.
La utilización política y partidista que desde unos de los participantes en la final de la Copa se ha hecho, les ha servido para, en una historia que al Real Betis Balompié ni le va ni le viene, declarar públicamente que desean que gane el eterno rival o para incluso retratarse con símbolos de ese otro club. Denostan la politización del fútbol pero no dudan en llevarla a cabo, incluso favoreciendo con ello al eterno rival de nuestro club.
Desde luego con estos amigos no nos hacen falta enemigos. Yo personalmente estoy más a gusto con aficionados del otro club, de los que sé lo que puedo esperar, que con “béticos de careta” como éstos.
Me gusta la rivalidad bien entendida y deseo que el otro club de la ciudad no gane ni a las chapas. Entiendo perfectamente que ellos deseen lo mismo para nosotros. Lo que nunca podré entender es poner el sentimiento bético al servicio de otros intereses, no sólo ajenos a nuestro club, sino totalmente contrarios a éste.
Desconozco si estos personajes son abonados actualmente del Real Betis Balompié y si, en ese caso, se puede tomar alguna medida, pero desde luego lo que si pido a nuestro club, en mi condición de abonado y accionista, es que el club no les permita asistir a ningún tipo de acto institucional o corporativo en el que el Real Betis Balompié esté representado, y, por supuesto, que bajo ningún concepto representen al Real Betis Balompié.

Lamentable texto cargado de odio, intolerancia, poco respeto por el rival deportivo y conciudadanos, con cierto tufo lejano a Antiespañolismo de bote, metiendose en la misma cuestión politica que crítica, para terminar un alegato abogando por la prohibición ideológica de todo aquello que no le guste a e̶s̶t̶a̶ ̶e̶s̶c̶o̶r̶í̶a̶ ̶ este «señor».
Es cierto, habría que tomar medidas contra ciertos «beticos», contra Alfonso del Catillo por ejemplo.
Lamentable texto cargado de odio, intolerancia, poco respeto por el rival deportivo y conciudadanos, con cierto tufo lejano a Antiespañolismo de bote, metiendose en la misma cuestión politica que crítica, para terminar un alegato abogando por la prohibición ideológica de todo aquello que no le guste a e̶s̶t̶a̶ ̶e̶s̶c̶o̶r̶í̶a̶ ̶ este “señor”.
Es cierto, habría que tomar medidas contra ciertos “beticos”, contra Alfonso del Castillo por ejemplo.
Muy de acuerdo con lo expresado por este Betico, y yo pienso que va en la misma linea que la gran mayoria de la aficion Betica. Por fortuna la aficion del Betis reconoce bien los supuestos beticos que posan con la bufanda del rival deportivo de la Ciudad en un partido que al Betis le importa un pepino, o que suben a su bus a celebrar sus exitos por cuestiones varias, todavia mas patetico.
La Historia es sabia y perdura, de eso sabe bien Alfonso del Castillo. Yo respeto todas las posturas y opiniones, mientras sea con respeto y educacion, otra cosa es que la comparta.
Por tanto, estoy totalmente de acuerdo con este articulo de opinion. Por cierto, en el ya algo lejano 1997, en la final de Copa de España (FC Barcelona – Real Betis Balompie) no recuerdo yo a algun intregrante o aficionado celebre del otro club de la Ciudad posando con nuestros colores o manifestando en los medios que deseaban que ganaramos aquella final al Barcelona, y que ganabamos 2-1 a falta de 6 minutos, pero que en la prorroga perdimos 2-3.
Un abrazo a Alfonso y a todos los Beticos.
En relación con el artículo Béticos de careta, comentar que puedo estar más o menos de acuerdo en alguna de las ideas expuestas por Alfonso del Castillo. Pero, en definitiva de lo que se trata, lo que resume el artículo, es que bajo ningún concepto, ni desde ningún punto de vista, un bético no puede desear la victoria del otro equipo. Lo demás es buscarle los tres pies al gato y leer el artículo al revés. Ni porque sea el Barcelona, ni aunque fuera el Spartak de Moscú, un bético siempre desea que pierda el otro equipo. Lo demás, lo digo con todo respeto son tonterías. Así que de acuerdo con el artículo de Alfonso del Castillo. Si desear que pierda el otro equipo es odio, intolerancia y no sé cuantas cosas más, es que alguno ha perdido el norte. Ahora resulta que yo bético, tengo que querer que el otro equipo gane la Copa del Rey. Venga ya. No me hagan reir.
Hola, soy bético. Por favor, a quienes comentan, les ruego me digan lo que debo desear, lo que debo pensar, lo español que debo ser, y d3 camino que decreten en qué consiste ser español, qué vena debe hinchárseme en la taberna criticándolo absolutamente todo, o defendiendo lo indefendible. Eso sí, autocrítica jamás. Para los torpes, estoy siendo irónico.
Como grupo social nos queda mucho que aprender. Estoy de acuerdo con el tono de este artículo.
Un bético puede o no ser sevillano, pero si es sevillano se alegrará necesariamente de lo que beneficie a Sevilla.
Y esto incluye los éxitos del otro equipo en partidos a los que al Betis «ni le va ni le viene».
En Sevilla hay cuatro equipos de futbol importantes:
1- El Betis.
2- El que tiene al lado un centro comercial, en Nervión.
3- El Antibetis, cuyos «aficionados» lamentan como una desgracia cada éxito verdiblanco y cada acierto, como el apoyo al Futbol Sala, al fútbol femenino o al baloncesto.
4- El Antisevilla. No confundamos a los de los dos primeros equipos con los de los dos segundos. No por atacar al Sevilla vas a ser más bético, porque odiar al otro no garantiza amar al «supuesto» propio.
Saludos a los que tengan la paciencia de leerme hasta el final.
Buenas Dagon.
Bien argumentado pero en mi opinion estas muy lejos de lo que es la realidad en esta Ciudad cainita y dual en muchas cosas.
El Betis Real Balompie es sevillano por los 4 costaos desde 1907 o antes, pero cierto es, por suerte, que no solo una gran parte de los sevillanos son Beticos, sino que hay Beticos por todos los rincones de la verde y blanca Andalucia y del resto de España.
La mayoria de los sevillistas no quieren que gane el Betis ni a las canicas y viceversa tambien.
Negar eso es ser muy romantico o darle la espalda a la realidad, y no pasa nada porque un Betico quiera que pierda el sevilla con el Barcelona o con el Cuenca o viceversa, ni eso implica que no tenga amor por todas las cosas de la Ciudad de Sevilla, excepcion hecha del eterno rival futbolero de la Ciudad del Betis claro esta.
Chao.