R. Betis – Coria C.F., por David Ortega
No fue un partido bonito el jugado el sábado en el Municipal de La Algaba. Al mal tiempo, se unió un rival muy aguerrido con un planteamiento diseñado para destruir juego y esperar una ocasión a balón parado, favorecido por un terreno de juego muy mojado, que hacía muy difícil elaborar fútbol con velocidad.
Y consiguió el rival su objetivo, el partido se convirtió en un duelo de bastante contacto físico y en el que muchas veces el balón estaba más tiempo en el aire que en el suelo. De inicio intentamos apoderarnos del balón e intentar desgastar al rival y tuvimos un par de ocasiones muy claras, un lanzamiento al larguero y otro, que salió muy cerquita del poste, desviado por un defensa local cuando se colaba en la portería. Pero la fuerte presión del rival y el terreno de juego, nos impidieron el control del balón y las ocasiones hasta el descanso no existieron.
Tras la reanudación, intentamos con los cambios dotar al equipo de más velocidad arriba, para obligar al Coria a defender más atrás, y así fue, sin elaborar fútbol, con pases a las espaldas de los centrales, logramos crear inquietud en un rival que poco a poco fue cediendo terreno. No fue nuestro día en el aspecto creativo, así como tampoco a balón parado, con golpeos deficientes en numerosísimas situaciones que tuvimos a balón parado. Pero fue en una de ellas, en un inteligentísimo golpeo, el balón botó en el área y gracias al estado del terreno, se envenenó y se fue a la escuadra, a falta de nueve minutos para el final. De ahí hasta el final, logramos enfriar el partido, aunque un par de acciones a balón parado nos generaron algo de incertidumbre.
En definitiva, un partido poco vistoso y en la que nuestro equipo demostró que es capaz de competir también en situaciones diferentes a las que plantea nuestro modelo de juego, y que , defendiendo de forma solidaria, conseguimos por octava vez en lo que va de campeonato, dejar nuestra portería a cero, dato, que es una garantía para seguir sumando.