El Betis de Víctor Sánchez, mucho mejor sí, bien todavía no
Tras ver el partido frente al Celta se te queda un cuerpo raro, un cuerpo de haber pasado por todos los estados del agua: sólido, casi petrificado, viendo la primera hora, líquido como toda el agua que ha caído en el Villamarín, y gas por ver los puntos que se han evaporado. Eso sí, mucho más contento porque este equipo invita a la esperanza y se recupera al fichaje estrella, Sanabria.
El Betis de Víctor es otro equipo, porque tiene un espíritu competitivo que no tenía, y eso se nota en el campo. El partido de hoy, con esa primera media hora tan mala, hubiera sido una derrota casi segura con Poyet, y en cambio casi se ganó. Aun así, es precisamente ahora, en estos momentos de mejora, cuando no se ha de perder de vista los errores que se cometen.
De entrada dos errores de bulto en el equipo inicial, la titularidad de Cejudo como lateral derecho y la de José Carlos como central. El primero no tiene nivel para ser titular del Betis en ningún puesto, pero menos que en ninguno como lateral. Bongonda parecía balón de oro con Cejudo en esa banda. El central, no sé si llegará a tener nivel de titular, pero desde luego aun no lo tiene. Si a esos dos jugadores unimos el nivel que está dando Bruno en la marca, nos da como resultado una defensa de verbena, que ha sido la causa principal de no ganar este partido.
Donk es un jugador aprovechable, pero tampoco es Maradona, y su lentitud en el juego provoca que no pueda ser el distribuidor de juego del Betis. Desde mi humilde opinión, aporta mucho más de central, por su buena colocación, altura y visión de juego, que de medio centro.
La calidad no es un bien que sobre en el Betis, y es por ello que Ceballos, Joaquín y Rubén Castro tienen que jugar siempre. Fundamental el centrocampista en la reacción del Betis en la segunda parte.
Este Betis me ha hecho vibrar en la segunda parte como hacía tiempo que no lo hacía, pero hay que tener la suficiente cabeza para cerrar un partido con 3 a 2, y si no se cierra, dormirlo con hacen todos los equipo maduros.
Estamos en el camino, sin duda, pero no podemos dejar escapar estas oportunidades para aprender. No dudo de la profesionalidad de la plantilla, pero si del nivel de algunos que no deben nunca más ser titulares en el Betis.