Campbell recibe una falta cada 23 minutos

Campbell se va al suelo cada 22,8 minutos de partido, el segundo que más faltas recibe de la Liga por minuto disputado.
Joel Campbell sufre una media de cuatro faltas por partido. Así de contundente es la estadística que sitúa al veloz costarricense del Real Betis como el segundo futbolista de la Liga BBVA que más faltas recibe por minuto jugado. Un ranking liderado por Diego Costa.
El desquiciante delantero del Atlético de Madrid, considerado por muchos un portento futbolístico aunque por otros una bomba de relojería, ha recibido 49 faltas en los 1029 minutos que ha disputado a lo largo de esta temporada.
Inmediatamente después se encuentra Joel Campbell. El verdiblanco, quien ya se encuentra con Costa Rica para disputar un amistoso clasificatorio para el Mundial de 2014 frente a Panamá, ha recibido 39 faltas a lo largo de 890 minutos de campaña.
Cifras que dan lugar a que los árbitros señalen una falta sobre el rapidísimo extremo del Betis cedido por el Arsenal cada 22,8 minutos. Si lo extrapolamos a un partido de 90 minutos se podría garantizar que Campbell jamás se libraría de recibir al menos cuatro faltas.
En tercer lugar se encuentra Zurutuza, el centrocampista de la Real Sociedad. Él ya contabiliza 28 faltas sufridas pero señaladas a favor de su equipo, lo cual, en función de sus 664 minutos a lo largo de esta campaña conllevan una falta cada 23,7 minutos, más de tres por partido.
Pero Campbell no es el único bético en el Top Ten de jugadores que más faltas reciben por minuto jugado, puesto que al final de esta lista, con una falta cada 28,8 minutos, se encuentra Nono (14 faltas recibidas en 404 minutos jugados).
Cabe resaltar una vez más que esta clasificación hace mención al número de faltas recibidas por minuto jugado en lugar del cómputo global de las mismas. Ni Messi (una falta cada 37,7 minutos), ni Cristiano Ronaldo (una falta cada 38,8 minutos), ni Falcao (una falta cada 47,4 minutos).
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.