Celta, euforia o depresión
La jornada está a falta del Celta-Betis y deja una conclusión clara, ganar es ocupar el séptimo puesto en solitario, perder es quedarse el decimotercero. Probablemente será la dinámica que haya de aquí a final de temporada. La Liga está enormemente igualada desde el séptimo para abajo, y ganar o perder supondrá rozar el éxito o la mediocridad.
El partido de mañana es muy importante, pero más a nivel emocional que real. Ganar mañana no asegura nada y perder tampoco, pero es cierto que supondrá ganar el gol average a un rival directo y un golpe moral increíble. Ahora bien, el perderlo supondrá que toda la maquinaría antibética se pondrá en funcionamiento para dejar en evidencia que el nuevo proyecto bético de Haro está sumergido en un vulgar puesto.
Al Betis hay que exigirle competir como contra el Madrid o contra el Sevilla, ese debe ser el modelo, pero teniendo en cuenta la dificultad del rival. No caigamos en el error de infravalorar al Celta. El equipo de Aspas juega sin complejos ante todos los equipos, sin ir más lejos le sacó un punto al Barcelona en el Camp Nou, y como dato, que creo que es muy significativo, no ha perdido ni un solo partido por más de un gol. Está claro que es un equipo enormemente difícil de ganar, y con una gran calidad ofensiva, es por ello que nadie se lleve a engaño, el Betis tiene que salir a ganar, como siempre, pero ganar en Balaidos no será, ni fácil, ni desde luego exigible porque sí.
Tenemos que coger la dinámica del partido a partido, competir y tener como único objetivo el siguiente partido de liga, ponernos orejeras, no escuchar ni los piropos ni las críticas y solo mirar el siguiente paso. Solo así se podrá conseguir la meta de recuperar nuestra autoestima. No demos argumentos a los muchos que quieren nuestro hundimiento, pase lo que pase, calma y objetividad, ni somos tan buenos como tras el derby, ni tan malos como tras el Barcelona.