Conoce a Felipe Gutiérrez, un organizador de hielo
Parece que el centro del campo del Real Betis Balompié comienza a coger color y a ser reconocible en lo que al futuro inmediato se refiere. El equipo ya contaba con jugadores como N’Diaye, Petros, Fabián o Dani Ceballos antes de que se conociera el fichaje de Jonas Martin. Dos de ellos de un marcado carácter defensivo, otros dos, los canteranos, más ofensivos y otro, el que fuera segundo fichaje oficial del equipo, un híbrido o box to box que pudiese participar tanto en la defensa como en la elaboración.
No obstante, lo que la afición del Real Betis viene demandando (si me apuran, desde que se marchara Beñat), es un organizador de juego y parece que el elegido es el chileno, ya exfutbolista del Twente, Felipe Gutiérrez.
Tal vez antes de entrar en materia y presentar al nuevo fichaje del Betis deberíamos explicar el contexto organizador y por qué lo necesita el Betis. Llamaríamos organizador a un futbolista inteligente sin balón en un trabajo de apoyo a los compañeros, e inteligente con balón a la hora de distribuirla por el terreno de juego con la suficiente calidad técnica para hacerlo con un índice alto de acierto. Es decir, para ser organizador no vale con un futbolista que sepa dar un pase en corto o en largo. hace falta un esfuerzo constante de apoyo a sus compañeros porque eso facilita la triangulación y un criterio a la hora de jugar que permita tomar buenas decisiones y marcar de alguna forma el juego del equipo. Resulta curioso que el Real Betis Balompié no gozara de esta figura tan importante durante la temporada pasada.
Felipe Gutiérrez se acerca a ese perfil de jugador. N’Diaye y Petros, jugadores de sobrado esfuerzo físico no poseen esa soltura para ejecutar esa secuencia de pases que den sentido al juego y requieren un compañero al que darle la pelota y ofrezca más sentido al fútbol del equipo. Fabián no parece (siempre desde un criterio subjetivo) preparado para ofrecer esa faceta en primera división mientras que Jonas si ofrece apoyo sin balón y tiene buen criterio, pero su constante esfuerzo y el campo que abarca lo convierte más en un jugador que equilibre que en un organizador puro. El que más se acercaba a esta función es Ceballos que sin embargo, se encuentra mucho más cómodo cuando pisa tres cuartos de campo y ofrece pases en profundidad a sus compañeros o desequilibra con regates a sus rivales. Felipe viene a cubrir una carencia básica y si las lesiones lo respetan, puede ser un jugador que aporte muchas cosas que no tenía el Betis.
Trayectoria:
Criado en la cantera de Universidad Católica, fue en el equipo universitario donde Felipe Gutiérrez se hizo futbolista. Nacido en Quintero, Chile, y mostrándose como un futbolista liviano (1.70m) pero técnicamente muy interesante, pasó cuatro temporadas en Universidad Católica, aunque una de ellas, la de su debut, sin apenas participar.
Aunque siempre ha tenido esas condiciones como mediocentro, comenzó jugando en posiciones más adelantadas, como mediapunta e incluso de extremo. Fruto de ello metió una veintena de goles en la primera división chilena y con su buena técnica aportó otras 20 asistencias que en seguida llamaron la atención de clubes europeos.
Fue el FC Twente quien se fijó en la joven perla chilena y quien lo trajo a Europa a cambio de una cantidad cercana a los tres millones de euros, muy cerca de la cifra que paga el Betis ahora. En la Eredivisie ha pasado otras cuatro temporadas aunque la 2014/15 la pasó en blanco por culpa de una desagradable lesión de rodilla. Aún así y a pesar de que acusó la mayor exigencia del fútbol europeo, sus cifras han sido de 10 goles y 9 asistencias en esas tres temporadas, retrasando su posición en el centro del campo y adaptándose a la mayor rigurosidad a nivel táctico que le imponía el fútbol holandés.
Con 25 años y en buena edad para disfrutar de su fútbol y aún de crecer, el chileno llega al Betis para ofrecer esa facilidad que tiene con balón de encontrar los caminos hacia la portería contraria. Con Chile ha sido internacional en 28 ocasiones anotando cuatro goles.
Sus cualidades:
Con la llegada de Felipe Gutiérrez muchos se preguntarán que es lo que va a aportar al Real Betis y sobre todo, en qué se diferencia de los otros jugadores que el Betis posee en esa posición. Como hicimos con Jonas Martin, lo primero que debemos hacer con el centrocampista chileno es destacar su polivalencia. El director deportivo, Miguel Torrecilla, destacaba entre sus planes para componer la plantilla el hecho de tener futbolistas versátiles que favorecieran una plantilla corta y como el francés, el chileno también posee esa «habilidad».
Si ya hemos comentado que en Universidad Católica llegó a jugar de mediapunta e incluso como extremo, en el Twente ha jugado sobre todo como mediocentro pero también como mediapunta e incluso como pivote defensivo. Esa actitud camaleónica que lo lleva a ofrecer rendimiento en todas esas posiciones ofrece una lista de posibilidades interminables al entrenador.
Felipe es lo más cercano a un organizador puro que el Real Betis Balompié tiene en plantilla hoy por hoy. Tal vez el siguiente en la lista para asumir ese rol sería Dani Ceballos, si bien el canterano parece sentirse mucho más cómodo en la mediapunta, más liberado de actitudes defensivas y con mayor recurso en el regate y el pase interior. Por el contrario, el chileno es un jugador tácticamente bastante completo. No es especialmente intenso en defensa pero participa activamente en la presión y suele mantener una buena colocación táctica.
Felipe Gutiérrez es un jugador de toque. Le gusta el balón, se acerca, la pide, la quiere y la distribuye con buen criterio. Se trata de un futbolista con mucho apoyo sin balón y desahoga el juego continuamente ofreciéndose y moviendo el esférico. Con un buen desplazamiento en corto y en largo, participa mucho en la elaboración del juego y también tiene llegada. Zurdo, posee un buen disparo con la pierna izquierda. En el FC Twente en muchas ocasiones ha sido encargado de finalizar estrategias a balón parado, habitualmente botadas por Ziyech y culminadas con su pierna izquierda.
En su debe está el no ser un jugador con mucha envergadura, lo cual le resta un poco en la defensa y también la intensidad, pues es un jugador que no parece especialmente carismático o enchufado durante los partidos y por eso el titular como hombre de hielo. Podría aparentar un poco frío en ocasiones pero es un jugador que no se desenchufa de los partidos, mantiene bien la concentración aunque parece que solo se trata de una forma de sobrellevar la presión, pues su importancia en el grupo es conocida dentro del vestuario del Twente, equipo en el que además era capitán. Este año ha estado jugando como mediocentro, casi como pivote, con mucha menos libertad para irse arriba y guardando mucho su sitio en labores defensivas. Es por tanto, un futbolista creativo de los que tanta falta hizo el año pasado y de los que ayuda en la circulación de balón y marcar el ritmo del equipo. Por otra parte, hay que vigilar las lesiones pues aunque parece que se ha recuperado con normalidad, ha pasado el verano recuperándose de una operación y ya se pasó la 2014/15 en blanco a causa de los problemas físicos. Un jugador que si todo acompaña, podrá sumar talento al manejo de balón del equipo.
Adaptación a España y al estilo del Real Betis:
El mediocentro chileno lleva ya cuatro años en Europa jugando a primer nivel y por tanto, a priori no tendrá graves problemas de adaptación. Es cierto que en España el fútbol está a un nivel diferente del de la Eredivisie, pero no es una distancia insalvable si se acopla a la intensidad que a priori quiere imponer Gustavo Poyet. Además, está acostumbrado a pelear por puestos altos en los Países Bajos, ha disputado Europa League y ha jugado a primer nivel, por ejemplo, en el Mundial de Brasil 2016 con la selección de Chile.
No tendrá problemas con el idioma y se trata de un jugador que, aunque es joven, tiene experiencia y muchos minutos en sus piernas. Felipe Gutiérrez podría ser gracias a su polivalencia, un jugador muy utilizado e incluso una extensión de Poyet sobre el terreno de juego. A priori, no le costará hacerse con el equipo y la ciudad. Como Jonas Martin, el otro fichaje en el centro del campo bético, puede adaptarse a distintas posiciones sobre el terreno de juego. El idioma obviamente no será problema para él y podrá participar como uno más en el vestuario desde el primer día.
Conclusiones y evolución del equipo:
Como ya hemos comentado, el Betis necesita jugadores que sumen con balón, algo de lo que en cierto modo carecía el año pasado. En este sentido con Felipe Gutiérrez ficha dar sentido a su juego. Un jugador de apoyo constante y con capacidades técnicas para ofrecer una salida limpia del balón. En eso el equipo se vuelve más protagonista a la hora de llevar el peso del partido y gana en pegada, aunque no es un jugador que se haya mostrado especialmente goleador en la Eredivisie, sí que ofrece una posibilidad de disparo que a los verdiblancos parecía costar en la temporada pasada.
Si le respetan las lesiones, puede aportar mucho sentido al juego del equipo. Por otra parte, la más que probable salida de N’Diaye deja al equipo con una carencia en lo que a fuerza se refiere, pues Felipe Gutiérrez no aporta en este sentido físico y es un futbolista eminentemente técnico. Algo a tener en cuenta para seguir planificando al equipo.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex