Contracrónica por Pablo Caballero: Crónica de una muerte anunciada
No soy original al titular de esta manera la contracrónica del partido que enfrentó al Real Betis y la Real Sociedad. Seguro que a mucha gente se la ha venido a la mente el título del libro que escribió el recientemente fallecido Gabriel García Márquez. Pero es que es le viene como anillo al dedo.
Por mucho que, al mismo tiempo que estoy escribiendo estas letras, en el Vaticano estén convirtiendo en santo a Juan XXIII y Juan Pablo II, yo no creo en los milagros o, al menos en la proliferación de éstos. Ni Garrido ni Calderón fueron capaces de ganarse la canonización obrando el milagro de la salvación. Mel tampoco, pero el técnico madrileño ya había hecho suficientes méritos para ello en las tres temporadas anteriores, ascendiendo a Primera, manteniendo la categoría y clasificando al equipo para Europa pese al caos institucional que, por mucho que hoy sea más latente, es igual de inestable que hace cuatro años. Y en esta situación caótica tiene mucho que ver el proceder de la jueza Alaya. La magistrada está alargando excesivamente el proceso judicial y las medidas cautelares, siendo esto una traba importantísima para que el Betis tenga un proyecto serio y solvente.
O mucho cambian las cosas con prontitud, o el futuro del Betis volverá a recordarnos a otro libro de García Márquez: cien años de soledad.