Editorial: ¿Y el cabeza de familia?
Hay cientos de análisis más o menos acertados de la situación actual, cuasi esperpéntica, del Real Betis Balompié, y leo demasiados comentarios llenos de crispación, atacando a plataformas, fundaciones, jugadores, entrenadores, cantera, institución, prensa y medios verdiblancos. No dudo de que todos tienen razón en gran parte.
Todos estamos cometiendo errores y todos estamos sufriendo partido tras partido, sintiendo como un equipo que tiene sobre el papel una plantilla elaborada para mantenerse sin problemas en primera no es capaz de ser el equipo que se necesita en segunda. Una división en la que el Real Betis como entidad debería ser más que un firme candidato fuera de los terrenos de juego, tiene la obligación de demostrar cada semana en el campo que es el mejor equipo de la categoría. Su afición y su presupuesto así lo exige y demanda.
Toda esta situación tiene un hecho fundamental que nos está matando lentamente. Y es que en esta familia multitudinaria, llena de amor, de lucha, de manquepierda bien entendido, no tiene un cabeza de familia en ninguna de sus facetas. Es una institución sin líder en la intervención judicial, sin líder en la presidencia, sin líder en el cuerpo técnico, sin líder en el campo. Y visto lo visto ayer, ni siquiera Velázquez es el líder para lo que se le contrató.
Y como en cada familia en la que el cabeza de familia ni está, ni se le espera, ni toma las decisiones que ayuden a enderezar el rumbo, la familia se desorienta y nos lleva a un trabajo arduo, con buena voluntad, pero sin recompensa. Una institución sin un gran líder, es un ingrato ir y venir de casualidades, que generalmente devienen en fracasos continuos que minan la moral de los miembros de la familia y que tienen como consecuencia luchas internas que debilitan más la institución familiar.
Sin duda, todo esto acabará cuando el juicio acabe, pero el Real Betis Balompié no puede esperar más, no debe esperar más, y lo que es más importante, debe perder el miedo. Es el momento de que la afición, PNB, Fundación Heliópolis, Fundación Real Betis y demás béticos ilustres den una voz de alarma y convoquen una manifestación multitudinaria para conseguir que el juicio se acelere, o al menos que el beticismo tenga la oportunidad de llegar a unas elecciones donde se decida el futuro líder del Real Betis, donde podamos elegir entre los varios proyectos que se nos presenten o que presentemos, y que definitivamente tengamos un cabeza de familia, sustituible si no se toman las decisiones adecuadas, y que nos permita recuperar el timón de una nave que viaja a la deriva por los caprichos de personas que no se deben al Real Betis, sino a otro tipo de circunstancias.
Tras el partido de ayer donde nadie entonó el mea culpa, donde nadie de los que deben decirlo reconoció el insufrible partido que nos ofreció por enésima vez, sin líder en el campo. Con un entrenador que habla mucho pero no dice nada, con un presidente que no estuvo en el palco por recomendación médica, y al que no se le caen los anillos cuando habla de falta de ilusión. Con un director deportivo que no ha sido capaz de reforzar decentemente la línea más débil del equipo verdiblanco, y por último con una afición crispada, que ya silba inclusive antes de empezar el partido potenciando las fortalezas de unos rivales que deberían llegar al Villamarín muertos de miedo y que se crecen domingo a domingo.
Deberíamos volver a mirarnos todos, unirnos de nuevo, dejando rencillas y empezar a exigir fuera del campo y tras los 90 minutos, entre la pelotita o no, un cambio en el cabeza de familia. Porque lo necesitamos, porque necesitamos un líder, y no un dictador de tiempos pasados, porque necesitamos alguien que tome responsabilidades y no excusas, que entienda lo que significa el Real Betis y sepa aprovechar el potencial de la institución.
Y si la situación judicial no cambia, estoy completamente seguro que habrá béticos preparados y con una ilusión desmesurada por enderezar la nave verdiblanca. No hacen falta apellidos, no hacen falta salvadores, no hacen falta grandes figuras, sino béticos sin miedo, profesionales, con conocimiento del espíritu verdiblanco y con capacidad para entender y comunicarse con la afición.
Necesitamos un cabeza de familia, ¿No crees?

Noticia por Selu Vega
Bético de nacimiento, vocación y pasión. Desde Manquepierda intento acercarme a cada bético que puebla el mundo. Director del grupo Manquepierda.com. Si tienes alguna sugerencia o queja, conmigo puedes hablar. Vivo en Canarias pero tengo el corazón instalado en Heliópolis.