Edu: «Estoy muy orgulloso de haber defendido los colores del Real Betis»

Foto: Ramón Navarro
La historia del Real Betis está llena de recuerdos imborrables. Momentos únicos, protagonizados por jugadores que defendieron con orgullo las trece barras. Jugadores grabados en la memoria de la afición para siempre, pues representaron el escudo por el que el bético tanto ha luchado a lo largo de la historia de una entidad centenaria.
El cuadro verdiblanco visita esta tarde el estadio Vicente Calderón, su estadio fetiche. Tras el Benito Villamarín, quizás sea el escenario que la afición recuerde con más cariño. Con brillo en sus ojos. El feudo colchonero fue testigo directo de las dos Copas del Rey que hoy lideran las vitrinas de Heliópolis. Dos años, 1977 y 2005, junto a dos generaciones de jugadores únicas. Ellos escribieron las letras doradas de una historia complicada. La que hoy se volverá a recordar, a partir de las 18:30, cuando el balón ruede en la capital.
Muchos fueron los protagonistas. Entre ellos, un mito para el beticismo. Luis Eduardo Schmidt (Sao Paulo, Brasil, 1979), más conocido como Edu, fue una de esas figuras difíciles de olvidar. “El Princípe”, baluarte en los años gloriosos de la entidad, formó parte de la plantilla que logró hacerse con la Copa del Rey en 2005, derrotando a Osasuna en el Calderón, y que llegó a clasificarse para la Champions League: “Ser un ídolo de un club tan importante y especial como el Betis me deja muy feliz. Me siento realmente orgulloso de serlo y de haber defendido esos colores para una afición espectacular”, afirma Edu en una entrevista concedida a www.manquepierda.com.
Su desembarcó en Heliópolis se produjo en la campaña 2004/05, curiosamente el mismo año que llegó otra figura histórica. Ricardo Oliveira: “Nos entendíamos a la perfección, no hacía falta ni mirarnos para saber qué hacer”. Edu llegó procedente de un Celta de Vigo que acabó descendiendo a Segunda División. Su papel con los gallegos no pasó desapercibido en el fútbol europeo. Tanto fue así que el brasileño contó con jugosas ofertas de un buen puñado de equipos, aunque acabó recalando en la entidad verdiblanca por algo más de cinco millones de euros, firmando una primera campaña más que notoria: “Es difícil decir si fue la mejor etapa de la historia del Betis, ya que creo que cuando se perdió la final de Copa frente al Barcelona también había un grandísimo equipo, pero es cierto que, por resultados, quizás los números pueden decir que fuimos el mejor Betis. El hecho de ganar la Copa y jugar por primera vez Champions dice mucho, pero vuelvo a decir, anteriormente también hubo grandes jugadores. Mi inicio fue algo difícil, aunque llegue marcando goles. En cuanto a la adaptación a la ciudad y al club, tuve más dificultades de lo esperado para encontrar una casa y estar tranquilo con mi familia, pero luego las cosas se pusieron en su sitio y tuve, junto al equipo, un gran año”, afirma.
“Fue una alegría inmensa poder lograr dos cosas tan importantes, Copa y cuarto puesto en Liga»
Así y pese a las dificultades, Edu acabó amoldándose al equipo y a la ciudad. Tanto fue así que, en su primer año en Sevilla, sumó once goles y un título nacional. Título que hoy se recordará en la visita del Betis al Vicente Calderón. La Copa del Rey de 2005: “Fue una alegría inmensa poder lograr dos cosas tan importantes, Copa y cuarto puesto en Liga. La afición estaba ansiosa y ya quería celebrar algo. Al final, disfrutamos mucho juntos a ellos. A nivel personal, fue una temporada muy buena ya que, además de los goles, pude dar muchas asistencias”, relata el brasileño.
Por aquel entonces, la entidad vivía una de sus mejores etapas. Todo parecía indicar que el Betis ya no se bajaría del tren del crecimiento pero, finalmente, se truncó: “Al Betis le ha faltado seguir planificando el club de una forma sería y sensata, respetando a los futbolistas y a todos los que estaban involucrados. Muchas veces los resultados esconden muchas cosas que no están bien”, considera Edu, en referencia a la escasa estabilidad que ha caracterizado al Betis desde que cayó eliminado de la Champions.
La etapa de Luis Eduardo en el Betis está llena de momentos que han pasado a la historia de la entidad. Los encuentros ante el Barcelona en su primera temporada, la tanda de penaltis frente al Athletic en semifinales de la Copa del Rey o su gol al Mónaco en la previa de la Champions son sólo algunos de ellos: “Es difícil elegir un sólo recuerdo ya que creo que todos fueran especiales, aunque algunos me terminaron marcando más. Si no me equivoco, fuimos el primer equipo en batir al Barcelona en mi primera temporada (2004/05), con un gol mío incluso. También el gol contra el Mónaco en el último suspiro, o los goles al Real Madrid y al Barça en la 2007/08, los goles contra el Racing de Santander… En fin, muchos recuerdos positivos”.
Pero la decadencia llegó. La lucha por entrar en competición europea fue un mero espejismo, pues Edu pasó, de la noche a la mañana, a luchar por no descender, algo que ya vivió en Vigo. El brasileño seguía brillando sobre el césped, aunque su nivel y el del club parecían no llevar el mismo ritmo. En la campaña 2006/07, el brasileño fue de nuevo protagonista. Dos goles suyos ante el Racing dieron la permanencia: “Ese año fue realmente difícil. La importancia fue muy grande también, si tenemos en cuenta que, al año siguiente, era el centenario del club y hubiese sido muy negativo disfrutarlo con el Betis en Segunda. Llegamos al último partido al límite en lo físico. Yo tenía que operarme de una hernia, pero como no logramos antes la permanencia, aguante hasta el final, ya que Paco Chaparro quería contar conmigo. Al final pude jugar y gracias a Dios logramos la permanencia”, afirma.
El paso de los años complicó aún más la permanencia del Betis en Primera División. Edu, consciente de ello, seguía ofreciendo su mejor versión, prueba de ello son los doce goles que consiguió en la 2007/08: “Seguíamos metidos en muchos problemas extradeportivos, algo que me afectaba, pero procuraba apartarme de ello y cumplir de la mejor forma que podía con mi equipo y mi afición. Tuve varias ofertas, pero no querían traspasarme, por lo que me centré en cumplir mi quinto año lo mejor posible”, recuerda el brasileño.
“Es difícil elegir un sólo recuerdo ya que creo que todos fueran especiales, aunque algunos me terminaron marcando más»
La 2008/09 fue su última temporada en el Betis. Tras años de lucha, el cuadro verdiblanco acabó probando el sabor amargo de la categoría de plata. Un desenlace inesperado para un mito del beticismo: “Quitando mi primer año, los demás no fueran fáciles. Creo que contribuí mucho en todos los años anteriores con el equipo, lamentablemente por objetivos menores, y lo que había peleado tanto para que no sucediera acabó ocurriendo en mi último año, donde jugué poco y no pude ayudar como quería. Fue muy duro y difícil ya que me consideró un bético más”.
Tras 159 partidos defendiendo la camiseta del Betis y 40 goles, Edu considera que hizo todo lo que estuvo en su mano “para representar lo mejor posible al Betis”, aunque siempre ha pensado que se podría haber hecho mucho más “si el club hubiese estado en mejores condiciones” por aquel entonces.
Pero la actualidad manda y hoy el Betis, en lo extradeportivo, ha dado buenos pasos, algo que necesita reflejarse cuanto antes en lo deportivo. Tras un primer tramo de la temporada demasiado convulso, donde el cuadro verdiblanco se ha visto obligado a destituir a Gustavo Poyet para contar con Víctor Sánchez del Amo, el equipo, poco a poco, está encontrando una idea de juego liderada por la firma del nuevo entrenador: “No resulta tan sencillo cuando se cambia la planificación inicial. Ello cambia la filosofía de trabajo. Ojalá Víctor logre tener éxito en el equipo”.
Así, Edu es consciente y entiende la impaciencia que hoy caracteriza al bético, ansioso de que el crecimiento sea una realidad sobre el césped: “La afición del Betis es muy fiel y siempre apoya a su equipo, por lo que es lógico que quieran disfrutar. Es una afición impresionante, para quitarse el sombrero. Ellos siempre están”, afirma, aunque cree que el club está dando pasos muy serios en su crecimiento: “Poco a poco van haciendo las cosas mejor, algo fundamental para el futuro”, reconoce, sin descartar regresar al club en un futuro: “Ojalá pueda, de alguna forma, contribuir al cambio y al crecimiento del club”, concluyó.