El Betis así lo quiso y la Real aprovechó (5-1)
Comenzaba bien la tarde de fútbol en Anoeta, el Betis dominaba y trataba de tú a tú a los locales, que por un momento fueron inferiores. A medida que oscureció y anocheció, también lo hizo el juego de los de Garrido, que dejaron decantarse la balanza sin inmutarse y, propiciaron una goleada de una Real (5-1) que no hizo tanto como el marcador podría llevar a pensar. Pero el Betis así lo quiso…
Sin un dominador claro en los primeros compases del encuentro, realistas y béticos se tanteaban con ocasiones alternas. Primero fue Nono el que lo probó con un disparo lejano que salió desviado por bastante, y más tarde Andersen salvaba al equipo con una mano fundamental tras un fuerte disparo de Carlos Vela.
Dicha jugada dio paso a un robo de balón de los txuri-urdin en el centro del campo, que Rubén Pardo conduciría hasta la frontal del área para ponerle un pase de gol a Agirretxe, que no lo desaprovechó. El ariete vasco recibió un balón en posición correcta (habilitada por Paulao, que rompió el fuera de juego) que picaba por encima del meta danés para poner el primero. Todo apuntaba a que se iba repetir la historia, y así terminó sucediendo.
Sin embargo, sucedió lo inesperado. Tras el gol, el Betis se rehizo y logró hacerse con un dominio en la media que no cesó durante toda la primera mitad, prácticamente. Esto causó numerosas internadas de los de Garrido, propiciadas por el gran juego, especialmente en ataque. La primera, un remate de Rubén a las manos de Bravo, a pase de Vadillo, que fue el mejor del Betis.
Los canteranos Nono, en el centro del campo, y Vadillo, en posiciones ofensivas, eran los que más peligro llevaban y las principales bazas del equipo. Y de sus botas nació el empate. Cambio de juego kilométrico del portuense que controla Vadillo, encara a Carlos Martínez (que hoy soñará con el gaditano), y le cede el esférico a un Jorge Molina que, libre de marca, bate por abajo a Claudio Bravo. Un empate que daba alas a un Betis que empezaba a ser superior.
De ahí al descanso, claro dominio bético exceptuando algunas llegadas puntuales de los locales. Primero, un disparo de Molina que se marchaba al poste izquierdo de la portería tras una gran jugada, que servía de precedente a un gran remate de Agirretxe, que cabeceaba desviado a la salida de un córner.
El dominio en la media era claro, con Nono y Verdú a un gran nivel. El catalán, que había comenzado un tanto lento e impreciso, se fue viniendo arriba y se convirtió en uno de los pilares del centro del campo, dejando detalles técnicos de mucha calidad.
No obstante, el tridente atacante blanquiazul no cedía a las incursiones verdiblancas, y Agirretxe y Griezmann combinaban a la perfección para lograr una gran ocasión que se marchaba desviada. Esa ocasión precedió unos minutos de asedio realista, con dos grandes ocasiones que pudieron servir para adelantar a los locales.
Primero es Andersen el que salva al equipo de nuevo, al evitar un remate cantado de Agirretxe tras otro fallo al salto de un desconcentrado Paulao. Poco después volvía a sacar las manos el danés para desviar un disparo lejano y potente de Vela.
La última gran ocasión de la primera mitad, una contra muy bien llevada por el Betis que frenó un Castro algo lento y falto de ritmo, y que se sació con un tiro alto de Verdú.
Tras un primer tiempo que dejó un buen sabor de boca en líneas generales, comenzaba la segunda con una tónica muy diferente, y el Betis venido abajo de forma incomprensible. El dominio en el centro del campo se diluyó por completo, las ocasiones brillaron por su escasez y la imagen dada en los primeros 45 minutos se borró por completo.
A los 10 minutos, tras un par de llegadas con mucho peligro de los locales y una continua sucesión de saques de esquina llegaba el 2-1. La pone desde el flanco derecho Rubén Pardo, que deja el esférico franco para que Ansotegi remate solo en el área grande, eso sí, a las mil maravillas. Cabezazo inalcanzable para Andersen.
Esta vez el gol no tuvo el mismo efecto que su homólogo en la primera mitad, ya que el Betis se borró a si mismo del terreno de juego, cediendo el control a una Real que no desaprovechó la oportunidad. Garrido lo intentaba reparar con variopintos cambios, quitando del terreno de juego a los tres mejores (Nono, Verdú y Vadillo) y dejando a otros como Rubén, Chica o Paulao que estaban más que desacertados.
En 5 minutos de oro de la Real llegaba la sentencia. Primero una gran jugada de su tridente. Agirretxe la deja a Vela que, tras un gran desmarque, la pone por encima de la defensa al segundo palo donde, libre de marca, Griezmann define a placer. Tras el saque de centro, Molina empalaba una gran volea al larguero, un espejismo que iba a preceder el cuarto de los locales. Con medio equipo dentro del área (presentes en cuerpo, pero no en alma), la Real combinó «como Pedro por su casa» para que, finalmente Agirretxe, lograra el doblete.
Con un Betis al que no le salían bien ni los saques de banda, una Real llevada en volandas por la inercia del partido ponía la guinda al partido con un merecido gol de su capitán. Centro desde la banda de José Ángel que remata, de nuevo sin marca (Nacho no la ve venir) Xabi Prieto. Andersen decide no despejar el esférico para abrazarlo consigo al fondo de las mallas. Otra manita y el Betis de Garrido no arranca. A mediados de diciembre…
FICHA TÉCNICA
Real Sociedad: Bravo – Carlos Martínez, Ansotegi, Iñigo, José Angel – Rubén Pardo (Elustondo, 75′), Markel Bergara – Xabi Prieto, Carlos Vela, Griezmann, Agirretxe (Seferovic, 71′).
Real Betis: Andersen – Chica, Paulao, Amaya, Nacho – Lolo Reyes, Nono (Juanfran, – Vadillo (Salva, 71′), Verdú (Matilla, 71′) , Rubén Castro, Molina.
Goles: 1-0, Agirretxe (6′). 1-1, Molina (19′). 2-1, Ansotegi (55′). 3-1, Griezmann (62′). 4-1, Agirretxe (69′). 5-1, Xabi Prieto (85′).
Árbitro: Antonio Miguel Mateo Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Xabi Prieto, Ansotegi, Iñigo y Griezmann (Real Sociedad); Amaya y Molina (Betis).
Incidencias: Partido disputado en Anoeta (San Sebastián) ante unos 24.000 espectadores.
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Noticia por Marc Martínez Barroso
Bético, no desde que nací, pero sí desde que lo conocí. Aquí, me encargo de explicaros lo más interesante que pasa en este gran club. Subiendo escalafones para llegar algún día a lo más alto del periodismo, y si puede ser junto a Manquepierda, mejor.