El Cádiz C.F (II), por Manuel Martín
De Vidiakovic a José González.
Muchas dudas creó la llegada de Vidakovic al banquillo amarillo, por su corto historial de entrenador, ya que además de acompañar de 2º entrenador a Javier Clemente en sus aventuras en Murcia y Selección Nacional de Serbia, tan sólo tenía a sus espaldas una discreta temporada a nivel clasificatorio con el Écija Balompié.
Hristo nos venía ofreciendo un esquema con un 4-1-4-1 donde daba mucho protagonismos a los laterales a la hora de subir la banda, de tirar los interiores hacia el centro y buscar movilidad y con un centro del campo que le gustaba hacer un juego combinativo. El problema le llegó con equipos que les jugaban muy bien a la contra, aprovechando los muchos huecos que se generaban en defensa y recibiendo numerosos goles.
José González cambia la filosofía del juego, marcando un esquema de 4-3-3 claramente defensivo, donde planta 7 jugadores siempre por detrás del balón, y donde el sacrificio de los hombres de arriba es más patente. Basa su juego en no recibir goles y sacar los balones lo más rápidos posibles a sus hombres de arriba, con una línea de 3 que intenta desbordar por velocidad, el resto lo deja a la estrategia a balón parado. Que nadie espere grandes partidos de muchos goles como antes, ya que José ata muy bien los partidos y si marca, estás muerto.
José González se embarca en su tercera presencia al cargo del equipo.
Ex futbolista que jugaba de delantero en equipos como Cádiz, Mallorca, Albacete, Rayo, Málaga o incluso en China (Tiamjin Lifei), su carrera como entrenador ha trascurrido por equipos como Albacete, Córdoba o Murcia, así como sus 3 etapas en el Cádiz.
La primera, de dos temporadas, la 02-03 subiendo al equipo a Segunda y la siguiente manteniéndolo sin problemas. La segunda etapa llega en la temporada 06-07 sustituyendo a Oli y dejando al equipo en un más que digno 5º puesto. Y la tercera, acaba de comenzar.
José se caracteriza por equipos con mucho orden, y por la lucha de sus jugadores en cada balón, exige mucho trabajo, intensidad y entrega a diario. “Si yo me exijo el máximo, los jugadores tienen que dármelo a mí, si no, no vamos en el mismo barco”. “Si todos los equipos salen a ganar al Cádiz, nos toca tener la misma o más intensidad que ellos, si la tenemos el partido debe de caer de nuestro lado, por la calidad que tenemos”. Sus sistemas son de desgaste, donde destaca la pelea continua y la lucha por el balón y si es posible correr más que el rival, por lo que la forma física impera mucho, ya que exige el máximo rendimiento desde el minuto 1 al 90.