El Comité de Competición no valorará el caso Amaya
La polémica embarró lo que hasta el momento estaba siendo un partido al que no quitarle el ojo, merced a la escalofriante entrada de Diego Costa sobre Rubén Pérez. A partir de entonces, el Atlético de Madrid – Betis se desbocó hasta el culmen: el salivazo de Amaya.
Pues, bien, tal y como publica hoy, Ramón Fuentes en las páginas del Diario Marca, el indecoroso gesto del central madrileño sobre el delantero brasileño no se pondrá sobre la mesa del Comité de Competición, como algunos medios y futbolistas sugerían.
Siempre según el citado medio, el organismo dirigido por Francisco Rubio tendría previsto reunirse mañana y entre los puntos del día no se encontraría el debate sobre el salivazo de Amaya a Diego Costa.
El Comité de Competición se mantiene en la misma línea que venía siguiendo últimamente, con los casos recientes de Sergio Ramos y Diego Costa, sin ir más lejos. La opción de no entrar de oficio en nada de lo que ocurra sobre el césped, por lo tanto, se mantendría.
Puesto que Undiano Mallenco decidió no recogió tal acontecimiento en el acta arbitral, sólo habría dos fórmulas para que, finalmente, el asunto se llegara a poner sobre la mesa. Ambas, igual de improbables.
La primera de ellas sería una denuncia por parte del Atlético de Madrid, mientras que la segunda descansaría única y exclusivamente en manos del propio órgano disciplinario.
Esta última se ve incluso como la opción más improbable de todas puesto que sentaría un precedente que motivaría que se estudiaran todas y cada una de estas acciones indecorosas desde el mismo instante en que el salivazo de Amaya llegara a los despachos. Por eso, el asunto jamás prosperará.
Por otro lado, en el seno del Atlético de Madrid son conscientes de que no siempre el brasileño se irá de rositas y para prevenir futuros percances ya le han llegado a decir, según Marca: “Diego, no hables con la boca, habla con los pies”. Carpetazo al salivazo de Amaya.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.