El niño que cambió la cara al Betis
El Real Betis Balompié parece que se recupera. Se recupera el equipo y nos recuperamos los béticos tras una temporada nefasta en la Liga BBVA que nos dejó donde no merecemos estar por institución y afición. Ha costado el arranque en la categoría, con heredados problemas defensivos, con jugadores que anímicamente parecían destrozados, con problemas institucionales que no permitían una tranquilidad que transmitir a lo deportivo, donde no se terminaba de dar con la tecla.
Con el Betis en puestos de playoff pero con una irregularidad desquiciante para la afición llegó Juan Merino y otorgó al equipo una garra y una intensidad propia de lo que el aficionado entiende por sudar la camiseta. Quitó a jugadores que no han dado el nivel apropiado como Casado o Matilla de onces y convocatorias y el cuadro verdiblanco lo notó. Tras cuatro victorias en Liga Adelante imbatido, con cuatro victorias y sin recibir un solo gol, la directiva bética quiso que fuera Pepe Mel el encargado de ascender al equipo y la escuadra bética continúo con esa dinámica bajo la búsqueda de querer el balón y llevar la iniciativa.
Dentro de unos meses, si se consigue el objetivo marcado a inicios de campaña con el preciado ascenso, que ojalá, unos dirán que Merino cambió a este equipo, otros dirán que Pepe Mel tuvo el mayor mérito, otros valorarán las llegadas de Kadir, N’Diaye, Portillo, Piccini, Pacheco o Bruno en nombre de Alexis, otros destacarán las oportunas apariciones de Adán, cada vez más entonado y a mejor nivel o los goles del máximo goleador de la historia del Real Betis Balompié, Rubén Castro, que se está marcando una temporada de leyenda, como lo que es ya en la historia de este club. Sin embargo, en este artículo me gustaría destacar a una persona que considero clave en el cambio de cara mostrado por el Betis. En este caso un jugador, para muchos un niño. La persona que le ha cambiado la cara al club de las trece barras ha sido Dani Ceballos.
Su aparición en el primer equipo no fue tan espectacular como la que tuvo en su día Beñat, pero si que guarda muchas similitudes. Ha agarrado con fuerza la camiseta de titular y no parece dispuesto a soltarla. Y eso que su debut ya se dio el año pasado de la mano de Gabriel Humberto Calderón. Tuvo buen ojo el argentino, aunque su participación fue casi testimonial. Este año ya tuvo algunos minutos con Julio Velázquez ante el Real Valladolid, pero el golpe sobre la mesa lo dio al siguiente partido, en copa ante el Lugo. No fue un partido bueno ni mucho menos, pero toda la afición coincidió en que el mejor del partido fue este joven atacante de tres cuartos de cancha que aportó criterio, pundonor y corazón a un equipo perdido.
Desde entonces Ceballos pocas veces ha salido del once. ¿Pero cuales son las causas de que su participación haya sido tan valiosa para el Betis? Lo primero es su calidad. No hay duda de ello. Es un jugador con una movilidad espectacular. Llega, quiere la pelota, se acerca, se asocia, la juega con criterio, sin miedo a dar un pase vertical, a meter una asistencia en profundidad a un compañero. Con la llegada de Ceballos se empezaron a ver paredes, se encontró la conexión entre el centro del campo y la delantera, perdida en algún punto al inicio del año pasado y todo ello sumó al equipo. Es una lección de fútbol cada partido y siempre sumando al equipo, nunca restando sobre el verde césped del Benito Villamarín. No obstante, jugadores con calidad hay muchos, pero no todos son capaces de echarse el equipo a la espalda como ha hecho él. Y es que a toda la técnica, a toda la habilidad del jugador hay que sumar su carácter.
La clave de Dani Ceballos no es su calidad con el balón, de esos hay muchos, la clave del canterano bético son las ganas de ser alguien en el mundo del fútbol. La lucha, el repliegue, recorrer 30 metros a máxima velocidad para detener un contragolpe, meter la pierna sin miedo, bajar a cerrar el hueco y ayudar al lateral sin descanso, pelear el balón tras varias tarrascadas. Porque la calidad, si no la acompañas con trabajo mide tu rendimiento a medias y Dani Ceballos, de momento, aporta el cien por cien a cada partido y eso viene marcando la diferencia en este Betis.
Por si esto fuera poco, con dieciocho años ha aportado al equipo una picardía y un oficio del que carecía la escuadra verdiblanca. Un carácter que terminó de conectar con la afición tras su celebración del gol de la victoria en Lugo. De momento es una chispa, pero si no se tuerce lleva camino de convertirse en un fuego intenso dentro del mundo del fútbol. Lo que si esta claro es que este año, es un pilar importante en este Betis y junto a sus compañeros puede ser clave en la lucha por el ascenso. Aviso para navegantes, ya vamos tarde con su renovación. Cuando encuentras una perla hay que guardarla y cuidarla para que te aporte beneficio en un futuro ya sea deportivo o económico. Sin duda, la mejor sorpresa de la temporada y que nos dure.

Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex