Eran solo tres puntos, ¿o no?
Pues no eran solo tres puntos, claro que no, pero no lo digo por lo que muchos piensan, que también, si no porque perder este partido hubiera supuesto un bombardeo inaguantable de críticas hacia el modelo Betis, y más con un parón de selecciones por medio.
La victoria ha tenido un efecto sedante por ser delante de quien ha sido, el eterno rival, que no lo olvidemos, tiene una plantilla con un valor de mercado que nos supera en 75 millones de euros. Pero para la afición era el partido y muchos no hubieran perdonado la derrota, así es el fútbol de desmemoriado. Pero el Betis de Setién jugó como juega contra todos los equipos, y no me refiero a esquema, me refiero a actitud. A una actitud de no ser inferior a nadie y de no regalar el balón, la clave de este bendito deporte. ¿Que diferenció este partido a los dos anteriores? Que entró el balón. El Betis mereció ganar al Alavés, y, desde mi punto de vista, no mereció perder con el Levante, pero el fútbol son goles, y sin ellos no se puede ganar.
Salvo ese «pequeño» detalle, el resultado fue el mismo, un equipo rival encerrado a buscar su ocasión y si no, a ver si al menos se conseguía el empate. Entre Levante, Alavés y Sevilla no hubo diferencias en planteamiento, se encerraron entregando el balón al Betis, y la diferencia se llamó Joaquín Sánchez, el mejor final posible.
No me interesa mucho el discutir nada sobre jugadas polémicas, solo me interesa que mi equipo juegue mejor que el otro equipo y a ser posible que gane, y en el derbi pasaron ambas cosas, y quien no quiera reconocerlo, dos problemas tiene. Lo que me interesa es que de una vez por todas este triunfo sirva para creer en el proyecto, pase lo que pase contra el Valencia. Lo voy a decir ya, el Betis no es favorito contra el Valencia pese al inicio liguero errático de los naranjas, que tienen un equipazo. No tengo la menor duda que saldremos a ganar y a tener el balón, pero podemos perder ante un gran equipo, y eso es lo que quiero que quede claro.
El proyecto Betis de Setién y Serra, o Serra y Setién es un buen proyecto y no vale solo alabarlo cuando se gana al Sevilla, ya se debía estar por encima de eso. Setién dio una serie de detalles magistrales en su planteamiento, como bien ha comentado en redes mi compañero @jorgegonex La entrada de Tello para hacer daño a Arana, el controlar ofensivamente a Junior para tapar, por cierto muy bien, a la banda de Navas y Sarabia, casi inofensivos ayer, el juego entre líneas de Inui y Canales… detalles que dieron ventaja en el partido. Y por si no fuera poco, Setién leyó muy bien que Loren no estaba teniendo su partido y Sanabria con su entrada, mantuvo más ocupado a Kjaer, y finalmente sacó a Carvalho para evitar una posible expulsión y sacó a Joaquín el tiempo que podía dar al 100%, eso es de buen entrenador.
Muchos se echaron las manos a la cabeza con la entrada de Tello, pero todo lo que hace un Setién tiene un porqué, aunque lógicamente a veces se equivoca, pero con fundamento. La prensa no va a darle cuartelillo, pero los béticos si debemos dárselo, se ha ganado ese crédito.
Yo quiero el modelo de Setién, quiero una apuesta por dominar el balón, la clave de este deporte. Sinceramente, no es un tema de resultados, es un tema de filosofía, y mi filosofía comienza por deportividad antes, durante, y después de los partidos, disputar el balón, y no jugar encerrado como un equipo pequeño salvo que me obliguen porque sean superiores, si a algunos equipos les gusta la otra filosofía, problema de ellos y de qué principios quieran tener.