Jorge Molina y la injusticia del rendimiento
Estos últimos días, hablando únicamente del tema deportivo, porque en lo institucional ya tenemos bastantes quebraderos de cabeza con la junta de accionistas y todo lo que a ella rodea, ha habido un protagonista principal y no es otro que Jorge Molina. Y al contrario de lo que nos gustaría, ese protagonismo no viene precedido de sus goles como lo fue en otras ocasiones, sino de sus palabras fuera del campo en las que reivindica la mejora salarial que le prometieron en verano y más minutos de juego.
El efecto de sus palabras ha creado dos corrientes distintas de opinión entre el aficionado bético, los que opinan que no está bien de forma y por tanto consideran fuera de lugar esas palabras y los que creen, estos parecen mayoría, que se está siendo muy injusto con él dado su bajo protagonismo en el equipo y los pocos minutos de los que dispone últimamente habiendo sido un jugador importante en años anteriores. El actual técnico verdiblanco, Juan Merino, ha asegurado que colocará sobre el verde a quienes crean que están mejor, y que si tiene que dejar a un compañero fuera de la convocatoria en varias ocasiones lo hará porque esa es su labor, y creo que sobra decir que tiene razón.
Sobre el caso Molina, en opinión de un servidor habría que separar las dos reivindicaciones que realiza, que son diferentes. La primera, sobre su salario, no es criticable. Es decir, a Jorge Molina se le prometen unas cosas creyendo que será un jugador importante en esta temporada y las promesas deben cumplirse, aunque su rol no esté siendo el que quizás creían en principio. Es un jugador que fue muy importante tanto en el Betis como en esta categoría, y en base a eso se le ofreció lo que fuese en verano. Eso hay que cumplirlo y que el ariete lo exija, no es criticable sino lícito y bastante lógico.
Otro tema diferente es el de disputar más minutos. Y es que su rendimiento y su estado de forma no es nada bueno, por lo que otros compañeros le han tomado la delantera. Cuando Jorge Molina llegó al Betis, venía como el máximo goleador de la Liga Adelante, un «delantero matador». Ese era el rol que asumió y por eso el cuadro verdiblanco desembolsó 3,5 millones de euros en su fichaje. No obstante, se lesionó y Rubén asumió el papel protagonista.
Con el paso del tiempo, Rubén Castro se afianzó como la máxima figura del equipo, la del goleador, y Jorge Molina quedó en un segundo plano, un papel que el alcoyano «aceptó», rindiendo a un nivel bastante aceptable también en primera división. Sin embargo, el año pasado cambiaron las tornas, fue Rubén Castro quien cayó lesionado y el ex del Elche tuvo que asumir un rol completamente distinto, el de protagonista. Un papel para el que no estuvo a la altura y en el que incluso pareció acabar algo tocado psicológicamente, con actuaciones como el fallo del doble penalti ante el Levante que mermó en exceso su confianza. En esa tesitura llegó al verano, sin haber rendido bien al año anterior (como prácticamente la totalidad de la plantilla) pero con el Betis creyendo que sería importante por su experiencia y sus cualidades en una categoría inferior.
Comenzó la temporada siendo titular junto a un intocable Rubén Castro, pero tras cinco partidos saliendo de inicio y un solo gol anotado, dejó su lugar a Rennella, quien a día de hoy ha dado mejor rendimiento. Esta semana Merino ha ensayado su once para la copa plagado de no habituales y Jorge Molina parecía estar fuera, mientras que como supuesto titular partiría, por ejemplo, Chuli. Esto ha animado a numerosas voces discordantes entre la afición a calificar de injusticia lo que «se le está haciendo» a Jorge Molina.
Debo decir que yo tampoco creo que Chuli en este caso, haya hecho nada para estar por delante de Jorge Molina, pero en lo que parece que no se ha caído es en que Chuli no jugará por delante del delantero, sino escorado a banda. Que ofrezca un buen rendimiento ahí, es otro debate. Parece que Juan Merino tiene claro que de momento prefiere jugar con un solo delantero y para ese puesto entiende que tiene a tres hombres, Rubén Castro, Rennella y Jorge Molina, y tanto el canario como el franco-italiano han demostrado estar en bastante mejor forma que el alcoyano. Lo del canario es indiscutible, y sobre la competencia Rennella-Molina, simplemente habría que echar un vistazo a los números, pues Rennella, con solo dos partidos más de titular (aunque con sus entradas desde el banco más esos partidos suma en total 300 minutos más que el de Alcoy), ha aportado cuatro goles y tres asistencias más que él, siendo mucho más útil al equipo.
En definitiva, a Jorge Molina se le prometió algo que parece no se le ha dado y se le debería dar, porque si no, es normal que se sienta engañado y sobre los minutos de juego, mi mensaje al delantero es que siga siendo un profesional como lo ha sido siempre, se gane la oportunidad y la aproveche, porque hasta ahora no la ha aprovechado y hay compañeros en mejor estado de forma. La memoria en el fútbol, debe servir para recordar con cariño pero no para vivir el presente de ella. Si así fuera, Luis Eduardo Schmidt aún vestiría las trece barras. Si demuestra estar mejor, jugará. No hay motivo para que no sea así. Esta competencia beneficiará al Betis. ¿Injusticia? Lo es que no se le de lo que se prometió, en lo demás, debe hablar el rendimiento.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex