La contracrónica del Betis-Mallorca: Manual del bético para combatir un horario indecente
LA CONTRACRÓNICA DEL BETIS-MALLORCA
El Betis-Mallorca no sólo situó al equipo verdiblanco en lo más alto de la clasificación de Primera, sino que dejó algunas imágenes dignas de estudio.
El bético, ser humano inteligente donde los haya, se devanó los sesos para poder ver el choque en un horario más propio de partido de basket en pista cubierta. El astro sol pegaba de lo lindo en casi todo el Benito Villamarín, pero eso no fue problema para muchos aficionados verdiblancos. En las gradas se podía ver un auténtico manual con diferentes opciones y modelos para prevenir la insolación, la fatiga y poder ver, sin sobresaltos, al equipo de forma más «fresquita».
Los más tradicionales utilizaban el siempre útil abanico, pero otros fueron más creativos. Unos portaban gorro-paraguas, otros utilizaban la revista Balompié para protegerse la cabeza (eso sí, después de haberse empapado de la actualidad bética), algunos chavales utilizaban sus camisetas como improvisados costales más propios de la Semana Santa que de un partido de fútbol e incluso los hubo que se llevaron el paraguas para que la lluvía de grados no los empapase. Hay gente pa tó.
Eso sí, todos y cada uno de ellos no se perdieron ni un detalle de un partido digno de la máxima categoría. Y eso que se alcanzaron los 38 grados durante el choque. Vamos que a Roures se le habrían quitado las ganas de cobrar ese canon que hace que muchos aficionados que ven por la radio y escuchan por el corazón sufran por no saber de su equipo del alma.
En fin, como el parné manda y el Betis es rey de los pinchazos televisivos (a excepción de los dos que van a lo suyo) será la afición bética la que siga dando calor partido tras partido. En verano o en invierno.