La enésima zancadilla
Vive el bético en una alegría nerviosa porque su equipo va a subir matemáticamente a la máxima categoría del balompié nacional, pero no sabe cuándo lo podrá celebrar. El asunto no es ya sólo deportivo, de victorias o de puntos, sino (para variar) institucional. En este caso, el problema no ha sido provocado desde los intestinos del club como pasaba hace pocas fechas, sino que procede desde diversas aristas institucionales y empresariales de este circo llamado fútbol español.
Por un lado, la federación bajo la influencia televisiva, programa el partido del conjunto verdiblanco un día antes que el de sus rivales por el ascenso justo en la semana en que todo puede consumarse. Por otro, el Granada puede convertirse en improvisado inconveniente del ascenso bético, ya que con el recurso realizado por alineación indebida del Barcelona B, que en un primer momento fue rechazado por el Comité de Competición y ahora ha sido aceptado por el de Apelación, y ponerse a tan sólo 10 puntos del Betis y retrasar aún más el ascenso matemático. A todo esto hay que sumar que en una liga tan “superprofesionalizada” el desenlace del recurso podría alargarse hasta final de semana por la imposibilidad de reunirse el Comité con anterioridad. Toma ya.
Estos hechos no sólo perjudican al Betis, sino al fútbol español y sus aficionados en su conjunto. Un fútbol que corre sería peligro de autodestrucción si las cosas se siguen haciendo de igual forma. Ya lo dice en una lectura obligada el célebre Nilescrane en un foro de prestigio bético, entre todos los mataron y el solito se murió.
Eso sí, en el caso del Betis cobra especial relevancia todo lo anterior, ya que no se ha respetado desde ninguna instancia a un club centenario con miles de aficionados repartidos por todo el mundo. No hay más que recordar tantos y tantos recursos béticos por diversos motivos disciplinarios y no tenidos en cuenta, sanciones por cualquier motivo, agravios comparativos impresentables frente a clubes del norte de España respecto al cierre de estadios, arbitrajes indecentes, tomados como conejillos de indias en el tema de los impagos a futbolistas (será el Betis el único que equipo que debe dinero en España…)… y ahora lo que faltaba es que ni se pueda saber con certeza con cuántos puntos se puede ascender.
Y ya para más inri, la persona que más pedía no distraer al equipo con noticias judiciales y extradeportivas, pide a la Audiencia Provincial de Sevilla que destituya al administrador judicial del Betis y volver a tomar las riendas del club de nuevo.
Otra zancadilla más en el camino. No sé cuántas van. Y luego preguntan que si hay que celebrar el ascenso…