Ahora toca unirse, no dividirse
No voy a caer en el “ya os lo dije”, tampoco lo haré en el manido tópico de Gabriel García Márquez. No. Del tema que quiero tratar no es para hablar más de lo mismo, porque durante la temporada se ha dicho todo ya.
En la tarde de ayer se consumó lo que era a todas luces una realidad allá por el mes de diciembre. Aunque, a rachas, siempre fui de los que confió de forma enfermiza en éste equipo. En éste club. En éste escudo. Nunca confié en su directiva. Nunca confié en su dirección deportiva. Nunca confié en su cuerpo técnico. Nunca confié en muchos de sus jugadores. Pero no lo decía abiertamente, para ponernos piedras ya hay demasiada gente fuera de Heliopolis, y por desgracia cada vez hay más dentro que lo hace.
¿Por qué? Quién sabe, es difícil razonar o hablar de lógica cuando es la pasión, o el dinero, la que habla. Lo que está claro es que desde que el equipo empezó a caer en picado empezó a formarse sectores, partidarios, detractores, radicales y por supuesto “Loperistas y “Melistas”. Ya no se rinde tributo o pleitesía a un escudo o un club insigne, se rinde pleitesía a una persona. Con lo que hace que se pierda el norte en favor de quien no merece ninguna clase de respeto.
Ninguna clase de respeto porque no supieron reconocer sus errores, ningún respeto porque su soberbia les hacía querer quedar por encima de un club que debe estar siempre de forma indudable e inapelable por encima de todos nosotros. No formamos parte o seguimos al Real Betis Balompié para ser grandes, eso lo decide el tiempo. Lo seguimos y amamos para hacerlo grande a él, para que perdure, para que siga encandilando y levantando pasiones desmesuradas fuera de toda lógica. Lo seguimos para vivir la vida, porque la vida es el Real Betis, y no hay vida sin él,pero hay gente cegada por su orgullo, su soberbia, su egoísmo, que no saben realmente lo que significa ser, pertenecer, sufrir al Real Betis Balompié.
No me valen cientos de titulares de prensa de jugadores, cuerpo técnico, ni directiva con las mismas manidas y vacías palabras que durante toda la temporada, cuando pintaron bastos, fueron expeliendo de sus adentros una, y otra, y otra vez. No me vale que los jugadores digan que es una final 20 veces, una por cada partido, si una vez iniciado el mismo no corren, no sienten, no padecen, no sufren y se arrastran. El de ayer no fue un ejemplo de partido sabiéndose descendido, el de ayer fue un calco de la mayoría de partidos de ésta puñetera temporada. Con la excepción de que al rival pareció sudarle todo ganar o no ganar, solo esperó al momento oportuno. Ésta temporada se resume como la temporada de los momentos inoportunos.
Siempre se ha dicho que el mayor activo del Real Betis es su afición. Pero con la división ese activo se está perdiendo, y el primero que lo paga es el propio Real Betis. La relación Real Betis-afición es una relación simbiótica. No puede haber Real Betis sin afición, ni afición sin Real Betis. Como muchas veces se dijo “Si el Betis no existiera habría que inventarlo”. Pero desde sectores que solo buscan su propio beneficio, alimentar su ego, o sabrá dios que retorcida cosa, se está torpedeando y dividiendo a la afición para herir al Real Betis. No voy a señalar a nadie, no diré de quien tengo sospechas infundadas, esto es Sevilla y todos, en mayor o menor medida, nos conocemos ya. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Ahora bien, los hechos acaecidos al finalizar el partido tampoco es ejemplo de afición. Nunca debemos caer en la barbarie ni en la violencia, porque el Real Betis Balompié no es eso. Y los que así se comportan no saben realmente lo que significa el Real Betis, solo buscan una vía escape para sus propias frustraciones.
No voy a dar soluciones, porque no las tengo. No voy a dar la fórmula mágica porque no existe. No voy a decir cuáles han sido los errores porque todos sabemos cuáles han sido, otra cuestión es que los culpables los asuman con dignidad. Como aficionado y seguidor solo puedo hacer una cosa, seguir empujando al equipo, al club, al emblema, al símbolo, al Real Betis Balompié. No confundir con ser conformista, como están confundiendo muchos el significado de “Manquepierda”, no.
Apoya al equipo, se critico con quienes se equivocan y beligerante contra quienes quieran hundirlo. Pero no seamos nosotros mismos los que lo hundamos, no caigamos en la división. No perdamos el norte. No veneremos a falsos ídolos de barro, que solo buscan alimentar su ego, o su bolsillo, a costa del Real Betis. Volvamos a estar apiñados como balas de cañón, para darle el brillo y la luz que muestre al equipo el camino a seguir.
Y no duden que volveremos. El tiempo pasa, los jugadores se marchan, los directivos se borran, pero solo dos cosas deben permanecer imperecederas y perdurables. El Real Betis Balompié y su afición. Como dijo don Andrés Martínez de León en boca de su Oselito:-“El Betis fue mil veces alanceado, pero nunca muerto”. Ahora más que nunca Real Betis Balompié.

Noticia por Dejan Boyerovic
Amante del baloncesto y bético de nacimiento. Escritor aficionado y periodista frustrado, que desahoga sus ganas de escribir colaborando en la web. Ahora con el Betis Energía Plus intento despertar la pasión por el baloncesto entre los béticos de Manquepierda.