El Real Valladolid-Real Betis, una historia de traspasos, puntos y manifestaciones (ElDíadeValladolid)
La relación que ha mantenido el Real Betis con Valladolid siempre ha sido muy particular. El amor por el equipo verdiblanco hizo que en los años 40 del pasado siglo se fundara un club con los colores y el nombre del equipo heliopolitano que todavía pervive, el Betis CF. Por el contrario, el conflicto generado por una alineación indebida provocó que los aficionados vallisoletanos se manifestaran por el centro de la capital en contra del club bético y sus dirigentes. Con tantos años de encuentros entre dos históricos del fútbol español, cuatro situaciones demuestran la intensidad de lo vivido.
Venta salvadora
Julio Cardeñosa ha sido uno de los mejores futbolistas que ha vestido la camiseta del Real Valladolid y su traspaso marcó una época en el club castellano. En el verano de 1974 el Real Betis lo compró por 15 millones de pesetas, una cifra ridícula en la actualidad pero que en aquel momento supuso la tranquilidad económica. De hecho, aquella operación hizo que Santiago Gallego fuera el primer presidente blanquivioleta en dejar su puesto con la entidad saneado.
Todo un récord
Benjamín Zarandona sigue siendo el protagonista del traspaso más caro de la historia del Real Valladolid, por encima incluso de la última venta de Sergio Asenjo al Atlético de Madrid. Al término de la campaña 1997/1998 el Real Betis pagó la friolera de 1.500 millones de pesetas por el futbolista de Las Delicias, una cifra que más de una década después sería casi imposible que nadie afrontara por un integrante de la actual plantilla.
El Conflicto
El 10 de enero de 1999, en Zorrilla, un error del banquillo del Real Valladolid al dar entrada en el campo a Harold Lozano hizo que los locales jugaran con cinco extranjeros durante escasos minutos. A pesar del 2-1 con el que terminó aquel encuentro, la directiva bética encabezada por Lopera recurrió el choque por alineación indebida y los diferentes comités dieron la victoria al cuadro sevillano por 0-3, ante la indignación de los aficionados vallisoletanos. Las protestas llevaron incluso a una manifestación de seguidores que recorrió el centro de la ciudad, iniciando una época de odio hacia el Betis que se fue suavizando con el paso del tiempo.
La puntilla
El episodio más reciente de la turbulenta relación entre pucelanos y béticos se produjo en la última jornada de la temporada 2008/2009, con los dos equipos jugándose el descenso a Segunda División en el Benito Villamarín. Acompañado del resto de resultados de aquel 31 de mayo de 2009, el empate a uno con el que terminó el encuentro en Sevilla hizo que el Betis diera con sus huesos en la categoría de plata, donde este domingo volverán a verse las caras ambos contendientes. Curiosamente, y en el peor momento, aquel día sirvió de reconciliación entre las aficiones.