Qué le pide un aficionado bético al 2017
Acaba el año y es el momento de los sortilegios, de las peticiones, de las cartas, de los buenos deseos, y yo, desde mi prisma bético, no voy a ser una excepción. Las peticiones son personales, con lo que habrá gente que esté de acuerdo y gente que no, yo les respeto, como espero que me respeten a mi.
El primer deseo, aquello que sería el regalos estrella de los Reyes, sería que se hable del Betis por volver a ser protagonista positivo en los campos de Primera. Llevamos demasiados años en que no somos más que unos comparsas en la competición, que no hacemos nada especial, que solo salimos en los medios porque nuestra afición es inmensa y por los chistes de Joaquín. El Betis siempre ha sido un equipo que no ha dejado indiferente, era uno de los desplazamientos marcados por todos como un campo muy difícil de ganar, y ahora es de los campos marcados donde no es difícil puntuar.
El segundo deseo sería la unidad. No me refiero al bético de a píe, sino a aquellos que son accionistas mayoritarios y que no son capaces de anteponer el bien del Betis. No quiero en el Betis personas que intenten lucrarse de esta bendita entidad, no quiero a nadie que represente el pasado más reciente y negro que nos obligó a estar en concurso de acreedores, pero tampoco quiero a nadie que no sea capaz de devolver al Betis a los puestos que merece.
El tercer deseo es que todos los miembros del Betis sean PROFESIONALES. Desde el presidente al utillero todos los que forman parte del Betis tienen que dejarse la piel por estos colores. Tienen que ser conscientes de lo mucho que supone esa camiseta. El Betis siempre se ha caracterizado por tener una cantera excelente, ya va siendo hora que la retomemos y la gestionemos. Tampoco quiero más entrenadores ni jugadores que le pidan un autógrafo al rival, quiero que sientan, vivan y defiendan las 13 barras como si no hubiera mañana. Me parece lícito que haya jugadores, e incluso entrenadores que piensen que el Betis puede ser un trampolín, pero esto no es una plaza pequeña, y como tal hay que dejarse la vida y arrimarse.
El cuarto deseo sería la paciencia. Los directivos, entrenadores y jugadores tienen la obligación de ser profesionales, pero el aficionado bético tiene que ser consciente que Zamora no se ganó en una hora, y por lo tanto se necesita al menos dos temporadas para competir por Europa. Eso sí, que de una vez se hagan bien las cosas y sean dos años y no cuarenta, porque sino la paciencia es imposible.
El quinto deseo sería justicia arbitral. Los béticos no estamos contentos con nuestro equipo, pero el cúmulo de arbitrajes nefastos que llevamos en los últimos años es penoso. Va siendo hora que nos traten con justicia, que no nos den, pero que no nos quiten.
El sexto y último deseo sería la sordera selectiva. No voy a descubrir el globo si digo que hay mucha gente que no quiere al Betis, y en la prensa no es una excepción. Los béticos tenemos que ser inteligentes y saber que lo mejor para no hacerse mala sangre es no escuchar y no leer aquellos que busquen la desestabilización de los béticos.
Estoy seguro que volveremos a ser ese equipo que no deja indiferente a nadie por su buen juego, deseo de todo corazón que vuelva a ser en el 2017.