Los problemas tácticos del Betis en su regreso a primera
Finalizada la pretemporada y apunto de comenzar la campaña en su regreso a la primera división del fútbol español, el Betis ya piensa únicamente en el Villarreal CF con la idea de dar una buena imagen y si es posible, sacar un resultado positivo ya con los puntos en juego.
Es ahora cuando empieza lo importante y termina este período de probaturas tras el que el técnico verdiblanco, Pepe Mel, debe haber sacado sus conclusiones para afrontar el debut liguero con el mejor sistema y los hombres disponibles más en forma de los que tiene a sus órdenes.
Sin embargo, son varios los temas que parecen preocupar al preparador de los verdiblancos y si no lo hace, quizás debería. La imagen del equipo durante los partidos de preparación ha sido muy irregular, y aunque no hay que sacar las cosas de madre, si es cierto que los aspectos a mejorar son muchos y los problemas que requieren solución necesitan ser trabajados. El equipo ha mostrado en algunas fases de partido una imagen que ha gustado algo, o al menos ha dejado ver que está en el buen camino, mientras que en otras ocasiones ha mostrado una imagen preocupante, sin un patrón de juego definido y en ocasiones, sin recursos para hacer frente al rival. A veces incluso ha mostrado ambas caras durante un mismo partido, lo que ha dejado en el aficionado una sensación de irregularidad y de no saber que esperar. Tampoco es nada nuevo, ya el año pasado en segunda alternó muchos partidos así, por lo que es algo que hay que trabajar. Como dejó caer el propio técnico verdiblanco tras el partido ante el Granada, no se puede permitir salir solo 45′ al terreno de juego.
Pero más allá de esta doble cara del equipo, que debe corregir de cara al inicio de temporada, del rendimiento de algún jugador o de las tan comentadas faltas de extremos y jugadores que den alternativas al abrir el campo, el equipo verdiblanco ha encontrado dos problemas en su juego que han condicionado el fútbol mostrado e incluso los resultados. El balón parado y la salida de balón.
Lo cierto es que el equipo verdiblanco, tanto mostrando su cara más intensa con la menos acertada, ha notado estos problemas durante prácticamente toda la pretemporada. No en vano, el cuerpo técnico del cuadro heliopolitano ha puesto un especial énfasis en solucionar estos errores con dudoso éxito. Ya en la concentración de Alemania, Pepe Mel aseguraba estar trabajando en las jugadas a balón parado, mientras que en la salida de balón se han podido ver cambios y modificaciones con resultado dispar, aunque poco continuo.
Ya ante el Athletic, en el primer partido ante un equipo de primera división, se pudo observar como los mediocentros acudían a ayudar en la salida de balón, bajando primero uno y luego el otro de forma alternativa para ofrecer soluciones y líneas de pase a un balón que habitualmente sacaban los centrales verdiblancos. Precisamente el partido ofreció esa versión bipolar, con un equipo fuera del partido en la primera mitad y una segunda más intensa y acertada. Y curiosamente, también el defecto del balón parado se dejó ver otorgando así el primer gol al Athletic y pudiendo encajar otro similar casi al finalizar el partido, con rivales rematando sin marca alguna próximos al punto de penalti.
En Alemania ante el Darmstadt el equipo mostró una cara poco esperanzadora, con numerosos desajustes defensivos que permitieron contragolpes de cuatro contra uno, con problemas en la salida de balón que impidieron una posible reacción al marcador adverso. Por si esto fuera poco volvió a aparecer el balón parado con un sonrojante segundo gol para los alemanes que dejó K.O. a la defensa verdiblanca. Ante el Dortmund sin embargo, el equipo mostró una mejor cara aun con el resultado adverso. Las líneas adelantadas del BVB mostraron un Betis contragolpeador y parecía que con ideas muy claras para salir al ataque.
A balón parado se volvió a recibir un gol ante el Recreativo en el Colombino, lo que preocupó a pesar de ganar el partido. No obstante, el gol es un despiste de Molinero y los movimientos de los futbolistas siguiendo a sus marcas por todo el área pareció fruto del trabajo, con lo que parecía que el trabajo tarde o temprano volvería a dar beneficios.
Ante el Espanyol, el Betis volvió a mostrar dos caras. Comenzó el partido con 25 minutos de un agobiante dominio perico, que incluso pudo adelantarse en el marcador. Una buena salida al contragolpe que terminó con gol de Rubén, recuperó las sensaciones ante el Borussia, el partido se igualó y el Betis mostró una imagen más tranquilizadora a pesar del empate. Cierto es que preocupó la imagen de la primera parte, pero el equipo pareció tener recursos para competir.
El trofeo Ramón de Carranza era la última prueba antes de la liga y las conclusiones definitivas debían salir de allí. Lo cierto es que el partido ante el Granada era la prueba de fuego. Un partido ante un rival directo esta temporada y una prueba para la que Pepe Mel colocó sobre el terreno de juego a los teóricos titulares. La imagen del Betis fue desesperanzadora. Presionado desde el inicio en un gran despliegue físico de los de Sandoval, los verdiblancos no acertaban a salir con el balón. Se alternaban imprecisiones con pelotazos a tierra de nadie con el fin de quitarse de encima la presión del rival. Una primera parte realmente deprimente que el equipo arregló en la segunda mitad, con un Granada acusando el esfuerzo y un Betis que recurrió al intercambio de golpes para ganar el partido.
Pero la mala imagen ante el Granada, tornó en una mayor confianza ante el Atlético de Madrid. Frente a los colchoneros, de mayor potencial, el Betis si quiso jugar, no se sacudió el balón e intentó jugar al fútbol, dejando, a pesar de perder el partido, mejores sensaciones. No obstante, el primer gol que encajó el Betis fue a balón parado en un exceso de relajación (otra vez) de la defensa verdiblanca. Tres aspectos que se han trabajado durante todo el mes y deberán ser solucionados este fin de semana, ya en competición.
Competir los 90 minutos, concentración y oficio a balón parado y además, claridad y criterio a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Esos son los grandes problemas que debe solucionar el Betis para mostrarse como un equipo sólido y competitivo. Debe trabajarse y el trabajo dará sus frutos. El primer examen está aquí ya, esperemos aprobar con nota.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex