Miguel Guillén: «El club va a tener complicado el crecimiento sostenible hasta que no se aclare la situación societaria»
Ya como ex presidente del club verdiblanco, Miguel Guillén concedía una entrevista a los compañeros de Marca así hablar de los motivos que le han llevado a abandonar el barco del club helipolitano.
Miguel Guillén comenzó siendo preguntado por el momento que tomó la decisión de abandonar el Betis: «Se convoca una Junta para aclarar la situación de la Fundación pero se pide en el orden del día el cese del Consejo. Yo entiendo que me piden que me marche. Lo normal hubiera sido quedarme hasta que termine la temporada asumiendo toda la responsabilidad, pero no quiero bajo ningún concepto que se interprete que me aferro al sillón. Asumo mi corresponsabilidad y porque no me siento legitimado porque no soy un accionista importante, ni el propietario del club».
Sobre si existía rencor dentro de él, Guillén contestó: «Al ostentar un cargo así, uno tiene que escuchar muchas opiniones personales que no parecen guardar relación con el Real Betis sino que están orientadas a mi persona. Entonces a mí también me gusta contestar con moderación y educación. Rencor ninguno, al revés.
Guillén habló durante la Junta de plataformas en plural, no solo de PNB:«Fueron muchos representantes de otras plataformas quienes pedían la dimisión en bloque del Consejo. Era un sentir generalizado».
El ex presidente bético sabe que tanto él como el resto del beticismo no es totalmente consciente de que hay un administrador judicial en el club: «Sí, y yo me incluyo. Los béticos pensamos en un momento que a raíz de la salida del máximo accionista todo estaba solucionado y ya sería el Betis de los béticos, pero no es así. El club está intervenido y eso es determinante tanto en el margen de maniobra del club como en el futuro societario del mismo. No todo es como los béticos quisieran y lo hemos visto. Te puede gustar más o menos el interventor judicial pero es lo que hay».
Como contó, Francisco Estepa intentó retenerle para que no abandonara el club: «Sí, claro. Él entendía que lo mejor era que el Consejo aguantara hasta junio y yo lo respeto profundamente, pero también me dijo que no podía pedirme nada más porque había dado muchísimo por el Betis y que si un sector del beticismo pedía mi marcha, no hacerlo podía dar lugar a una interpretación errónea de mis intenciones».
Sobre el hecho de si existe un caos institucional el club verdiblanco, el empresario contestó que «el club va a tener complicado el crecimiento sostenible hasta que no se aclare un poco la situación societaria. Deseo que eso llegue cuanto antes para que el Betis pueda crecer porque mientras eso no esté definido, el club esté intervenido y haya guerras internas de poder, eso no ayuda al club. Si además cuando los resultados deportivos no acompañan, nos dividimos y cada uno defiende su teoría, se complica más».
Miguel Guillén comentó que no se le pudo plantar cara antes a Bosch, ya que «eso no es fácil porque al final es él quien representa el 51 % del paquete accionarial por parte del juzgado y uno llega a un club intervenido»; ante esta situación se entiende que el que entre al Consejo se pone al servicio del Administrador: «Si una persona designada por el juzgado entiende que debe tener una función de intervención diaria en el devenir del club, uno lo tiene que asumir. Te piden si quieres ayudar al Betis en las condiciones que hay y tienes dos opciones: negarte o hacer lo posible en la medida de las posibilidades. No decidimos el papel del administrador judicial, es al contrario».
A la pregunta de si ya se planteo la dimisión al final de la pasada temporada, Guillén dijo que «sí lo es, pero el administrador judicial me pidió que no le haría bien al Betis en ese momento y que deberíamos continuar porque creaba un serio problema. En esa misma reunión se decidió que la fecha de nuestra salida sería en junio de 2014 independientemente de lo que pasara».
Miguel Guillén no piensa que se haya sido injusto con él, ya que «esto es fútbol y el 80% de los béticos quiere ver a su equipo ganar. Este negocio funciona así, pero a mi Consejo no se nos pidió eso cuando llegamos, aunque lo ideal es encontrar el equilibrio entre el aspecto económico y lo deportivo».
Sobre sus errores durante el mandato, el ex presidente bético dijo que «el más grave es el deportivo. Quizás dentro de esa corresponsabilidad como presidente si en lo deportivo no hemos cumplido tenía que haber hecho algo…»; también explicó cómo podría haber evitado esto, ya que él no era quien fichaba: «Pues a lo mejor poner una serie de condiciones o marcharme. Dejar de ayudar al Betis porque yo consideraba que las condiciones para afrontar la planificación deportiva debían haber sido otras, cosa difícil de hacer cuando los años anteriores había salido bien. Pero con ello no echo balones fuera, la responsabilidad la asumo pero el error más grave fue permitir tener tan poco que ver en la planificación deportiva que se delegó en los profesionales».
Nadie quiere dar el paso: «Si no lo hacen es por motivos de egoísmo porque béticos capacitados hay muchos. El hecho de que no hubiera ninguno es porque no interesa en este momento y no se quiere ser generoso con el Betis. O prefieren esperar a ver que sucede más tarde. «Si uno quiere venir al Betis en el momento ideal tendrá que contar con el respaldo accionarial para serlo. Lo que digan los juzgados sobre ese paquete será importante».