Misma película. Mismo final. Diferentes protagonistas.
Se presentaba interesante la tarde para el Real Betis, que volvía a tener la oportunidad de recortar la amplia diferencia para la salvación. Pero hoy alguien quería todo el protagonismo.
Comenzó dominando el mediocampo el Athletic, pero sin finalizar las jugadas. Salvo un error de la zaga bética que dejó a Sola solo delante de Adán, que despejó el remate de forma inapelable.
No encontraba el Betis la forma de llegar arriba, insistiendo siempre por el lado izquierdo de Cedrick que no cuajó una buena primera mitad.
Y en esas comenzó el esperpento. Jugada por línea de fondo de Rubén Castro, que nada más pisar área va al suelo. Parece que hay contacto, y se va confirmando en sucesivas repeticiones por televisión. Pero el árbitro no lo vio así, y mostró tarjeta amarilla al canario por, supuestamente, tirarse.
En la siguiente jugada, ataca el Bilbao, Sola llegando al pico del área parece que es derribado por Perquis. Algunos dicen que fuera del área, otros que Sola tropieza. El árbitro no se lo piensa y señala los once metros. Muniaín lanza el penalti y gol del Bilbao. En la jugada mostró amarilla a Perquis por la falta y a Lolo Reyes por protestar. Se ponía el partido cuesta arriba, pero había tiempo.
Había tiempo, hasta que Perquis decidió que su partido había terminado en el minuto 41 con una brutal entrada a Balenziaga. Ni protestó, se fue directamente al túnel de vestuarios sin decir ni mu. El genio que mostró en el partido del Rubín Kazán volvió a aflorar, pero en contra nuestra. Resultado adverso y un jugador menos. El más difícil todavía.
Lolo Reyes cubrió momentáneamente el hueco dejado por Perquis en el centro de la zaga, solución que no dio tiempo a ver si era buena o no pues llegó pronto el descanso.
Se fue Baptistao para dar entrada a Figueras, no era el mejor partido del brasileño y fue el elegido por Calderón para enmendar el entuerto montado por el polaco.
Parece que el Betis no notó el jugar con uno menos, y el Bilbao con el marcador a favor se quedó a verlas venir. Y en esas salió la mano de Lolo Reyes a pasear. Con una amarilla en su haber no tuvo otra brillante idea que cortar un pase del Bilbao con la mano. Minuto 12 de la segunda parte y el Betis que juega con 9. Entra Nosa por Nono en el minuto 15 para meter más leña arriba, jugándose ya Calderón el todo o nada. Asombrosamente domina el Betis el balón, y llega al área de Iraizoz poniéndolo en apuros en varias ocasiones.
Y llegó la otra jugada que marcaría, más si cabe, el buen arbitraje de Gil Manzano. Córner que saca el Betis desde la izquierda, el balón pasa por encima de todos para que Rubén controle en el segundo palo y chute casi a puerta vacía. Casi porque Balenziaga hizo la mejor parada del partido, aunque sea defensa y no portero. Según el reglamento hubiera sido amarilla y penalti porque no era el último defensor, pero el árbitro miraba lo bello del cielo sevillano en ésta plácida tarde invernal y no vio nada extraño en la jugada. La moral de los jugadores estaba ya por los suelos. Si se bastan ellos solos para perder los partidos ¿Que necesidad había de que el árbitro hurgue en la herida?
Matilla entraría por Cedrick en el 20 de la segunda mitad, para no dejar desguarnecida la defensa. Defensa que hoy, a pesar del resultado, hizo bastante bien su trabajo. Y luego ya pasó lo que tenía que pasar. En el 34 entraría Guillermo, para a los 30 segundos, marcar y cerrar el marcador. Los jugadores estaban exhaustos, aun así siguieron intentándolo y poniendo en apuros al meta bilbaíno. Pero ya no hubo tiempo para más.
Diferente guión, para el mismo final, pero con distintos protagonistas. Hoy, a pesar de todo, no hizo mal partido el Betis. Pero aun yendo todo mal, siempre puede ir peor. Si los jugadores siguen en la línea de hoy los resultados deben llegar, si no hay otro escollo insalvable. Otra cuestión será si cuando lleguen los buenos resultados no será demasiado tarde. Hoy se nos fue otra gran oportunidad, en fin.
Noticia por Dejan Boyerovic
Amante del baloncesto y bético de nacimiento. Escritor aficionado y periodista frustrado, que desahoga sus ganas de escribir colaborando en la web. Ahora con el Betis Energía Plus intento despertar la pasión por el baloncesto entre los béticos de Manquepierda.