No habrá paz para los malvados
Ese es el lema que tenemos que tener claro los béticos, parafraseando la película protagonizada por José Coronado, de cara a la fundamental junta extraordinaria del 23 de Septiembre, si al final se realiza. No tiene que haber paz para los malvados, no tiene que haber olvido para los que casi descuartizan al Betis. Tenemos que tener claro quienes formaban parte de la trama Lopera-Bitton sports que provocó la situación económica actual del Betis que redunda inequívocamente en un déficit de nuestro potencial deportivo.
No escribo esta opinión para ir a favor de nadie, escribo estas líneas porque no debemos permitir que personas que en su momento hundieron al Betis en la miseria por acción u omisión, vuelvan a la escena deportiva como si no hubiera pasado nada, y más teniendo en cuenta que aún pasan por sede judicial como responsables de ese delito societario. Si, estoy hablando de Manuel Castaño, consejero delegado con Lopera y con Oliver. Se desmarca diciendo que él sólo se ocupaba de la cantera, pero no reniega de ellos, ya que esgrime que tanto Lopera como Bitton Sports le apoyan. Ésas son sus credenciales, sus amistades peligrosas. Bueno, ésas y el utilizar el nombre de históricos jugadores del Betis como Prats, Edu o Alfonso, de los cuales el primero que ya se ha desmarcado desde su cuenta de twitter de cualquier acuerdo con Castaño es el brasileño.
Tan culpable es quien hace como quien mira a otro lado a sabiendas que las cosas se están haciendo muy mal, me da lo mismo, que lo mismo me da, cual fue la situación de Castaño en el Betis, ejecutor o cómplice.
Los pequeños accionistas del Betis tienen una gran responsabilidad el próximo 23 de Septiembre. Nadie tiene que inhibirse porque cualquier acción puede ser decisiva. A los que duden les pido que recuerden la manifestación del 15 de junio de 2009, donde el beticismo demostró que es lo que quiere y que es lo que no. Y lo que no quería era nada que oliera a Lopera y sus cómplices, y señor@s, Castaño era uno de ellos.