El objetivo tiene que seguir siendo la permanencia
Tras siete jornadas y con 11 puntos en la mochila, el Betis ocupa la octava posición a sólo un punto de Europa. El optimismo rezuma entre el beticismo, pero precisamente en estos momentos es cuando hay que mantener la cabeza fría. Acabamos de ascender y no hemos tenido un gran presupuesto para fichar, no debemos dejarnos llevar ni por el actual optimismo, ni por la voces frecuentes que al Betis siempre máxima exigencia, busquemos el equilibrio, y esa mesura es marcarse la permanencia como objetivo.
La grandeza del Betis como entidad y como afición es indiscutible, como para luchar por Europa siempre, pero no podemos olvidar de donde venimos, no sólo en la última temporada, sino en los últimos años. Es imprescindible tener estabilidad en la Primera División, y eso se consigue con trabajo duro y paciencia. No se ganan los partidos con la historia ni con la camiseta. Al fin y al cabo, tenemos muchos jugadores que formaron la plantilla la temporada pasada en segunda división, no podemos pensar ahora que tenemos la plantilla del Barça o del Madrid.
Esto no quiere decir que no le pida máxima exigencia al equipo, pero eso se traduce en lo que hicieron en la segunda parte de Gijón y en el partido de Vallecas. Concentración, presión, juego en equipo, compromiso en defensa… Con los mimbres que actualmente tiene el Betis, no podemos pedirles disputar la clasificación europea, sería una insensatez. Eso sí, trabajo, trabajo y después trabajo, los 90 minutos, así no habrá que exigirles nada más.
El Betis, bien llevado, tiene que ser una máquina de hacer dinero, por su afición, y por la audiencia que genera, lo que le hará ser, casi con toda seguridad, el equipo del que más partidos se den en abierto en la temporada. Confiemos que la nueva directiva, que tantas esperanzas ha levantado, realice pasos firmes de cara al apuntalamiento de la entidad en la máxima categoría.
Con el actual desempeño del equipo, pienso que el equipo puede conseguir mantenerse en zona media sin sufrimientos, pero si se baja la guardia unos partidos, te vas cuesta abajo sin freno. Si eso ocurriera, no quiero contarles en esta santa ciudad lo que la prensa deportiva «apoyaría» al equipo. Recuerden el Éibar la temporada pasada, de equipo revelación en primera vuelta a descendido matemáticamente, y repescado por el tema del Elche.
Por eso, béticos, pongámonos el traje del Cholo Simeone y vayamos partido a partido, y centrémonos en el Espanyol, y el futuro… ya veremos.