Pereira y Dorado: las dos caras de una misma visita

Dorado fue recibido entre aplausos

Ayer volvían al Benito Villamarín dos jugadores con un pasado verdiblanco muy reciente y fueron despedidos de formas muy distintas. Hablamos de Jonathan Pereira y Chechu Dorado, dos ex miembros del Real Betis prácticamente, hasta la temporada pasada.

Las diferencias fueron evidentes. Mientras que el ariete gallego se marchó bajo una sonora pitada del Benito Villamarín, el defensa cordobés estuvo a punto de poner en pie al graderío a su salida del terreno de juego.

Y es que la afición no olvida cómo salieron ambos de las filas del Betis. El primero prácticamente se sentenció tras el derbi frente al Sevilla, puesto que lo último que un futbolista profesional puede hacer es encararse a la afición que le recrimina su actitud pero que también le da de comer, a fin de cuentas.

El segundo, todo lo contrario. Tras sembrar el umbral del área bética con brecha, lucha y veteranía, la falta de minutos le llevó a tomar una dura decisión: salir de la entidad. El Betis no podía poner puertas al mar y Chechu revitalizó su carrera desde Segunda y de la mano de un Marcelino que le vio enchufado para enfrentarse, en la noche de ayer, a sus ex.

Las formas lo son todo y ayer Heliópolis dictó sentencia. En el minuto 55 partido, el beticismo señaló con su dedo pulgar al suelo en el adiós de Jonathan Pereira. Justo el gesto contrario que hubo al final del partido para un profesional sin mácula como Chechu Dorado. Dos formas distintas de comprobar cómo el fútbol devuelve lo que se le da.

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