¿Pero qué haces Rubén? la Contracrónica de Pablo Caballero
La tuvo el canario en sus botas para lograr la victoria a poco más de diez minutos para el final. Eligió la peor manera de acabar la jugada.
Cuando Rubén Castro encaró al portero de Osasuna muchos ya dábamos por hecho el gol del Betis. Pero entonces Rubén optó por intentar una errática vaselina. No nos tiene acostumbrado el canario a estas cosas, ya que desde que llegó a Heliópolis, se ha caracterizado por su olfato de gol siempre alerta y por su eficacia de cara a gol. Cierto es que a veces peca de egoísmo, pero eso en un delantero es normal. Lástima que esta vez Rubén eligiera mal la manera de resolver la jugada. Antes había dado muestras de que sabe perfectamente como ha de definir cuando tiene la ocasión. Me refiero al golazo que le han anulado al comienzo del encuentro. Una pena que el linier haya querido hilar tan fino, porque el gol ha sido para enmarcarlo.
Que sirva esta contracrónica para un darle un pequeño tirón de orejas al bueno de Rubén, que a buen seguro será el primero que esta noche le de mil vueltas a la jugada.