Pros y contras del trabajo que enseñará la puerta de salida a Maciá
Temporada convulsa la que está acaeciendo sobre heliópolis. Los béticos deseaban y desean disfrutar de su equipo, había ciertas esperanzas en esta temporada que ya se acerca al ocaso pero parece que la inexorable tormenta que agita el barco verdiblanco y que lo llevan dando tumbos de ola en ola nunca merma. Unos culpan al viento, otro a los marineros, otro al capitán del barco y otros al que limpia la cubierta pero la cruda realidad es que disfrutar no… No disfruta nadie.
Uno de los más lanceados bajo la sombra de la culpabilidad es sin duda el director deportivo, Eduardo Macià, a quien ya le enseñan la puerta de salida después de que las muchas esperanzas puestas en su profesionalidad y su experiencia no hayan cuajado en la nave verdiblanca. No obstante, su trabajo siempre se presta a interpretación y es un debate que está en la calle. ¿Son tantos los fallos como para llevarse los aciertos que haya tenido por delante o son más sus aciertos? ¿Los fichajes que no cuajaron, no lo hicieron por falta de capacidad o fueron víctimas de un equipo en el que pocos destacan? ¿Es posible que no contar con un entrenador de nivel haya lastrado la planificación, ya de por sí algo tambaleante o los jugadores lastraron a sus técnicos? ¿Y de ser cierta la primera, no corresponde al Director Deportivo cambiar esa pieza para que todo funcione?
Estas son muchas de las preguntas que podríamos hacernos y habría que evaluar las decisiones que el Director Deportivo ha tomado porque, acertadas o no, la realidad es que lo tiene con un pie y medio fuera. ¿Con razón? Es el momento de pasar evaluación, como se insiste que ha hecho el consejo con el valenciano y ver si llevan razón. Depende de a quién leamos Macià es un fiasco indefendible o el mejor profesional que tiene el Betis así que vamos a alejarnos de los extremos e intentemos valorar las decisiones que ha tomado al frente del Real Betis Balompié.
Por una parte están los fichajes. Es el primer punto en el que uno se fija cuando habla del Director Deportivo pues es además, su principal función. Conformar una plantilla para alcanzar el objetivo propuesto para la temporada. Si nos basamos solo en hechos objetivos, Eduardo Macià recibe una plantilla recién ascendida y se le pide una permanencia holgada. El Betis, a seis fechas de que termine el campeonato es 13º a nueve puntos del descenso y sin pisar zona roja en toda la temporada. El objetivo, estaría cumplido.
Ahora bien, si evaluamos la aportación de los fichajes es cuando surgen más dudas. Y es que a pesar de haber realizado trece fichajes esta temporada entre el mercado estival e invernal, la columna vertebral del equipo, formada por Adán, Bruno, N’Diaye y Rubén Castro ya estaba en el Betis. Bien es cierto que hay jugadores de los que se esperaba más o que están rindiendo por debajo de sus cualidades debido al poco fútbol que realiza el Betis y no es menos cierto que otros como Vargas, Petros, Musonda o Montoya han aportado mucho en bastantes partidos en verdiblanco. También Pezzella o Westermann, mientras que jugadores como Digard o Damiao parecen tener un fútbol que no han dado y probablemente ya no darán con las trece barras esta temporada. Por otra parte están los grandes fiascos como Van der Vaart, que siendo de los primeros fichajes no ha aportado absolutamente nada al equipo e hipoteca al club con tres años de contrato a razón de tope salarial.
Sin duda ese es uno de los mayores contras con los que se ha encontrado Maciá a la hora de evaluar su trabajo. Hay jugadores por los que se le han repartido muchas culpas, como Tarek, aunque un servidor no criticará ese tipo de apuestas de un director deportivo a bajo coste. Sin embargo el equipo se plantó en la temporada con carencias claras en la organización de juego y la poca preparación física y las lesiones también han restado a las incorporaciones. Ya que evaluamos todo, sería importante ver las premisas que Eduardo Macià tenía sobre la mesa. Fichar diez jugadores, con 7-8 millones, tal vez 10. Con experiencia en grandes ligas, veteranos -pues ya dejó claro Pepe Mel que no quería jugadores jóvenes pues achacaba a la inexperiencia el último descenso- y por tanto no muy revalorizables, que entrasen dentro del tope salarial y en gran parte a coste cero – sin coste de traspaso llegaron Van der Vaart, Vargas, Westermann, Van Wolfswinkel, Musonda, Montoya, Digard y Damiao. Ocho de trece incorporaciones. Premisas que sin duda modificaron los planes e hicieron mirar el mercado en un sentido, en mi opinión, equivocado.
Con todo y con esto, y aunque es obvio que casi ninguno de los fichajes ha marcado la diferencia y que además, puede que se haya despilfarrado el dinero -el caso del mediapunta holandés es sin duda el más llamativo- el objetivo parece muy cercano y puede que no toda la culpa venga de la planificación aun con sus lógicas controversias. Y es que el Director Deportivo ha tenido también potestad para decidir en otros ámbitos. Un error importante hacerle cargar con todas las áreas pero de él se esperaba mucho.
La planificación del segundo equipo. Con su llegada, se le encargó también realizar la planificación del Betis B, cuya temporada ha sido para olvidar o mejor, para no olvidar y no volver a repetirlo. El filial estuvo esperando todo el verano un delantero que no llegó y lo que es peor, los problemas de cierta parte de la plantilla con el cuerpo técnico fueron ninguneados y obviados en lugar de alcanzar la solución con lo que sumando cada decisión u omisión de actuar dan como resultado un completo despropósito. Si además añadimos decisiones absurdas como no volver a bajar a todo jugador que sube a otra categoría, el resultado es plantillas descompensadas y jugadores defenestrados -como es el caso de Fabián durante toda la primera vuelta -.
El caso del entrenador. No es ningún secreto que los entrenadores del Real Betis esta temporada no han estado a la altura. Con Pepe Mel hubo unos cuantos resultados fuera de casa que acabaron en cuanto la puntería faltó. El equipo no creaba fútbol, era superado en cada partido y pronto llegó lo que las sensaciones vaticinaban. Un equipo que no podía ganar, el menos goleador de primera división y el peor en casa de toda la liga. Con su destitución, llegó la verdadera prueba de fuego a Eduardo Macià, la búsqueda del sustituto. Los encontronazos y desavenencias con la cúpula directiva verdiblanca acabó erosionando la relación y la solución interina de dejar a Juan Merino, que tenía al Betis B en la zona más baja de Segunda División B acabó haciéndose permanente. No encontrar un entrenador de garantías y experiencia para dirigir al equipo pasó factura al director deportivo y aunque él si propuso varias opciones, lo cierto es que ninguna cuajó por diversos motivos y la fe en su trabajo se desvaneció.
A partir de ahí, filtraciones interesadas de uno y otro lado, algo que ciertos aficionados señalan como uno de los motivos principales. Eduardo Macià veía que el hermetismo en el Betis era inexistente y el secretismo en las operaciones hasta que estaban prácticamente atadas no era bien visto por los dirigentes que exigían información d los movimientos del club en ese ámbito. Desavenencias que no hicieron más que acentuar la ya de por sí inestable relación que acabará con Eduardo Macià fuera del club y que de fondo, trata muchos otros asuntos que no trato en este texto pero que han fulminado la confianza del consejo en su persona.
Las conclusiones son un director deportivo que parece encaminado a cumplir el objetivo pero que examinando de cerca su trabajo, es comprensible que haya opiniones contrarias a su labor, como las hay a favor por creer que ha cumplido con lo que se le propuso. Por desgracia destituir a Macià no es solo cambiar un nombre por otro. El laureado proyecto deportivo a corto y medio plazo ha tenido un año de duración y cualquier otro similar partirá con una credibilidad inexistente. El aficionado bético está harto de este tipo de situaciones que les impide disfrutar del fútbol e ilusionarlo no va a ser fácil. Muy bien se tendrán que hacer las cosas. Ojalá, aunque hoy no lo creamos, pero ojalá. Por el bien del Betis.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex