Si se pierde mal, si se gana, ¿también?
Cualquiera que viera la primera parte del partido frente al Málaga le parecería normal que pagaran 17 a 1 que el Betis ganara el partido. Nefasta primera parte con un grado de culpa alto de Víctor Sánchez del Amo por no dotar al equipo de un esquema y unos jugadores para manejar el balón.
Pero en la segunda parte llegó el cambio lógico, un cambio que cualquiera podía haber deducido, un cambio que no debería de haberse producido porque Ceballos tiene que ser titular 11 de cada 10 partidos en el Betis. Pero Víctor rectificó, y sacó a Ceballos, y el canterano hizo jugar a Brasanac y Jonas y el equipo dio un giro de 180º. Igual habría que probar a poner a Felipe Gutiérrez una semana al lado de Ceballos a ver si espabila, porque lo del chileno es para dar de comer aparte.
Pero el motivo de escribir no es para analizar el partido, para eso os dejo el enlace al excelente análisis que ha hecho mi compañero Rafa Toro. La verdadera causa por la que escribo es que el beticismo está de tal manera que a muchos no se les puede adivinar por el humor si el equipo ha ganado o ha perdido. Que sí, que el Betis está jugando mal, en partidos de forma vergonzosa y no hay derecho a como se está gestionando el primer equipo. Que la primera parte contra el Málaga era para echarse a temblar, pero no es menos cierto que en la segunda, sin jugar para enmarcar, se reaccionó y se ganó a un rival directo, se le ganó el average y se ganó fuera después de 4 meses. ¿No es motivo de estar más contento que al empezar el partido? Creo que sí.
Parece que no te puedes alegrar porque eso es no ser exigente, no es ser buen bético, es ser palmero de no sé quien, y además no tienes derecho a dar tu opinión si no tienes acciones. En fin, como para irse a dormir y que nadie te oiga o vea que has aplaudido el gol de Sanabria.
Todos los béticos tenemos derecho a opinar, dentro de la tolerancia y el respeto, todos los béticos tenemos derecho a mostrar nuestro desacuerdo ante una situación que lleva a un equipo a un nivel inferior a lo que merece su historia y su afición durante demasiados años, pero también todos los béticos tenemos derecho a tener momentos de debilidad y sonreír si alguna vez el equipo nos da pequeñas alegrías aunque sean menos de las que merecemos.
Dejémonos de aleccionar a otros béticos acerca de lo que se tiene que hacer, y esperemos que ganemos a la Real Sociedad y al Dépor en los próximos partidos. Si lo hacen sonriamos, si no lo hacen, critiquemos con dureza esos malos resultados, pero no nos pongamos la tirita antes de la herida.